El ministro del Interior, Víctor Pérez, participó de una sesión especial de la Sala del Senado donde fue citado para analizar y conocer la estrategia adoptada por la cartera tras los últimos hechos de violencia en La Araucanía.

Enfrentamientos entre ciudadanos y comuneros mapuches, gritos calificados de racistas, quema y toma de municipios, fueron los motivos que llevaron a que Pérez fuera citado a dicha instancia.

Durante su intervención, el ministro destacó en más de una ocasión el orden público es la obligación que tiene el Gobierno ante estos incidentes. Asimismo, se refirió a su visita a la zona.

“Fui para transmitir un mensaje, que el diálogo era el único camino que nos iba a sacar, pero también dije con mucha fuerza que el orden público era una responsabilidad y una obligación del Gobierno y del ministro que habla”, sostuvo.

“Teníamos que tomar todas aquellas medidas que la democracia y las leyes tienen para proteger a las personas, teníamos que fortalecer y mejorar el accionar policial, mejorar la coordinación de las autoridades, pero junto con eso llamé al diálogo y diciendo con expreso énfasis, que esto es un problema político, y ese problema lo tenemos que abordar todos”, añadió.

A su vez, el ministro indicó que la experiencia de los últimos 30 años exponen el camino a seguir, aunque “no es adecuado que un gobierno por sí solo defina un camino sin el diálogo previo”.

“No tenemos ninguna intención de no conversar con alguien, el único límite es que sea una persona condenada por delitos graves por los tribunales de justicia”, adicionó.

Finalmente, Pérez recalcó su compromiso con el orden público, afirmando que no renunciarán a ello mientras existan personas “que son asaltadas, que son atacadas, personas a las cuales queman su maquinaria, que le queman los galpones, las personas que transitan en una región y ven sus caminos cortados, que no tienen su municipio en funcionamiento porque está tomado”.

En tanto, durante la sesión, el senador Felipe Harboe, otrora subsecretario del Interior de los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, pidió perdón por su gestión y “no haber aportado” en la inclusión de los pueblos originarios.