“Acá en San Ramón hay muy mala señal y por eso no nos queda otra que subirnos a los techos a buscar una buena conexión (…) la señal no me permite conectarme a zoom u otras plataformas, así que debo subir, conectar el teléfono (…) con paraguas, a veces con una frazada y ahí mismo ponemos nuestros cuadernos”., Paulina Romero, estudiante de primer año de Química y Farmacia en la Universidad Autónoma.

El Covid-19 no paralizó solamente la economía del país, sino que también la educación. Con el final de 2019 ya bastante complicado, los estudiantes tuvieron que enfrentar la crisis por la pandemia y adaptarse a un nuevo modo de clases, a través de Internet.

Sin embargo, no todas las realidades son las mismas y algunos jóvenes al no tener una conexión estable o simplemente no disponerla, han visto aún más complejo poder llevar este año académico, el que todavía busca volver a las aulas, eventualmente.

Conectar a Internet a todos los hogares y entregar computadores a los estudiantes para enfrentar la brecha entre recintos públicos y privados, que aumentará con las clases a distancia, es lo que proponen académicos en la región del Bío Bío.

Esto, considerando que algunos establecimientos sólo han realizado una clase en línea a través de plataformas virtuales en este nuevo sistema.

Archivo | Agencia UNO
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Una amplia brecha

La brecha existente entre establecimientos públicos y privados ha quedado en evidencia por años, y ahora, producto de la emergencia sanitaria y la aplicación de las pruebas estandarizadas y las clases remotas, esta irá en aumento, según académicos y autoridades de Gobierno.

Ana Cáceres vive en San Pedro de la Paz, hace tres meses no tiene conexión a internet fija en su sector y el celular ha sido la opción para que sus hijas que cursan primer año básico y primer año medio respectivamente, puedan seguir estudiando.

Por esto, se siente en desventaja. La menor está en un colegio particular y tiene clases vía zoom todos los días, mientras que la mayor, estudiante del Liceo de Niñas de Concepción, tuvo esta semana su primera lección en línea, pero los problemas de conexión le jugaron en contra.

La mayor parte del material que reciben son guías, las que muchas veces no comprende.

“Había que ir a buscar las guías al colegio. Hace dos semanas que fui a buscar las guías a mi hija y ahora no han entregado más (…) recién tuvieron la primera clase, que se le cortó todo el rato (…) ella está como sentida, como que no va a aprender nada”, señaló la madre.

Según datos de la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, la conexión a Internet fija en la región del Bío Bío es de un 55,9% , es decir, poco más 283 mil conexiones fijas residenciales. Cifras que juegan en contra en este nuevo escenario con clases a distancia, y si a eso sumamos la falta de dispositivos, la situación es aún más compleja.

La brecha según académicos

Para Aladino Araneda, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, no hace falta realizar una medición, porque la brecha aumentará.

Entonces, ¿qué hacer para revertir está situación?, la conexión total a Internet y la entrega de computadores es la alternativa.

De acuerdo al académico, Chile está lejos de realidades como la de Uruguay, que cuenta con este servicio en la mayoría de los hogares.

“Nosotros, que eramos los primeros en América Latina, ya vamos quedando a un segundo, tercer lugar. Hay otros países que nos han desplazado, como República Dominicana, en materia de conectividad. Este es un desafío para cualquiera que gobierne, hay que abocarse a la conexión total”, señaló Araneda.

El decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, Oscar Nail, planea que el servicio debe ser gratis para evitar el aumento de la brecha, pero también se debe avanzar en otras materias, como una mesa de diálogo para determinar qué tipo de educación online se va a desarrollar. “No se trata de trasladar lo que hacíamos antes a un Zoom”, sentenció.

Los municipios están preocupados por los problemas que se han generado en los establecimientos públicos. En San Pedro de la Paz entregarán tablets a los alumnos de cuarto año medio, comentó el director del DAEM Carlos Martínez.

En Santa Juana, comuna con un 45% de ruralidad, el alcalde Ángel Castro comentó que las guías impresas son la opción para seguir con el proceso educativo.

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¿Y en las universidades?

Los problemas de conexión son transversales y no algo que afecta sólo a los estudiantes de escolaridad básica y media.

Paulina Romero, estudiante de primer año de Química y Farmacia en la Universidad Autónoma en La Araucanía, es una de las jóvenes que vio truncado su año académico producto de la pandemia.

“Acá en San Ramón hay muy mala señal y por eso no nos queda otra que subirnos a los techos a buscar una buena conexión. Estoy en mi primer año y yo pensaba que iría clases con normalidad, pero con la cuarentena no se ha podido, así que debo ver cómo me conecto”, dijo Paulina.

“La señal no me permite conectarme a zoom u otras plataformas, así que debo subir, conectar el teléfono o pedirle a mis compañeros que me manden las clases por Whatsapp. A veces lo que hago es intentar conectarme con el computador pero es imposible”, narró la estudiante de 18 años al medio de comunicación digital de la Novena Región.

La misma alumna agregó que “nos subimos con paraguas, a veces con una frazada y ahí mismo ponemos nuestros cuadernos para poder estar en clases. Yo no quiero perder el semestre, quiero ser una profesional”.

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Tras conocerse este caso, el vicerrector de la Universidad Autónoma de Temuco, Emilio Guerra, acusó un excesivo centralismo, ante la falta de acceso a Internet que dificulta el aprendizaje de estudiantes de zonas rurales de La Araucanía.

“Santiago cree que todo lo que pasa en Santiago, pasa en regiones”, señaló el vicerrector, agregando que “la gente de Santiago no ve más allá”.

La encuesta Pulso Estudiantil constató que el 81% de los alumnos de educación superior considera que está recibiendo una enseñanza de peor calidad durante la pandemia, debido a la modalidad virtual.

El estudio desarrollado por la plataforma Seguimos Virtual, en conjunto con el Centro Tecnológico Ucampus de la Universidad de Chile y la Fundación para la Confianza, detalló que hasta antes de la llegada del coronavirus a Chile, un 80% de los consultados no había tomado un curso virtual.

Fernando Brierley, de Seguimos Virtual, señaló que hay una “insatisfacción hacia las respuestas institucionales”.

La vocera de la Confech, Catalina Magaña, acusó abandono de parte del Ministerio de Educación de los procesos académicos. “No hay una coordinación (…) para entender esta problemática”, sostuvo y añadió que “el Gobierno no se está haciendo cargo”.

Internet para todos y gratis, es la opción que plantean los expertos en la materia, ante este nuevo sistema de clases, que aseguran se mantendrá por varios meses a causa de la pandemia, creyendo que no antes de octubre podría existir un eventual retorno a las aulas.

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