Cuando concluía su discurso en conmemoración del Día del Carabinero, el presidente Sebastián Piñera pidió una “nueva actitud” a quienes ejercen liderazgos democráticos en el país, llamando a la unidad, el diálogo, los acuerdos, y la colaboración.

“En estos tiempos difíciles necesitamos una nueva actitud, una nueva actitud que tiene que permear el alma y el corazón de todos los chilenos, pero muy especialmente de quienes ejercemos cargos de liderazgo por decisión y voluntad de la ciudadanía. Unidad, diálogo, acuerdos, colaboración, eso es lo que hoy día requerimos”, sostuvo.

Fundamentó su punto citando al presidente del Partido Social Demócrata de Portugal, Rui Rio, en un discurso emitido a mediados de marzo con motivo de las medidas tomadas para enfrentar la pandemia de Covid-19. En su alocución, manifestó al primer ministro António Costa que “el PSD no es oposición, es colaboración”.

“Cuente con la colaboración del PSD. Todo lo que nosotros podamos, ayudaremos. Le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte”, sostuvo Rui Rio.

Al respecto, Piñera expresó que “me llenó de alegría escuchar las palabras del líder de la oposición de Portugal dirigiéndose al primer ministro de ese país. Y le decía: ‘Nosotros no somos oposición, somos colaboración’, y agregaba que le ofrecía colaboración y les deseaba coraje, nervios de acero y mucha buena suerte ‘porque su buena suerte es nuestra buena suerte"”.

“Esa actitud es la que también requerimos en nuestro país, porque estoy convencido, y esto interpreta, yo creo, a la inmensa mayoría de los chilenos que en tiempos difíciles es cuando más necesitamos estar unidos, estar trabajado hombro con hombro, tener, todos, una sola causa, derrotar unidos esta pandemia y superar unidos esta recesión”, planteó Piñera.

Sus palabras llegan en un contexto de polémica con la oposición, luego de que líderes de más de una decena de fuerzas políticas se reunieran por videoconferencia con representantes de la izquierda y centro-izquierda latinoamericana, en un encuentro virtual en que se habrían tratado también asuntos de política interna del país.

En esta instancia, organizada por el Grupo de Puebla e impulsada por el excandidato presidencial Maro Enríquez-Ominami, participaron congresistas y exministros opositores, en conversación con el presidente de Argentina, Alberto Fernández.

La instancia fue cuestionada tanto por figuras históricas de la oposición chilena como por el oficialismo.