Apuntando a que la salud mental es clave para sobrevivir a la pandemia del coronavirus, la Universidad de Chile presentó el informe “Salud Mental en situación de pandemia, documento para Mesa Social Covid-19”, el cual presenta los insumos básicos para crear una estrategia nacional que aborde el problema mental que genera la enfermedad.

El documento final, preparado por un equipo interdisciplinario de la U. de Chile y presentado por el rector Ennio Vivaldi, detalla los principios, medidas y los grupos de personas que son focos específicos para su implementación, planteando el componente psicosocial como uno de los ejes transversales prioritarios para un abordaje efectivo de la pandemia y la disminución de sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

“La salud mental es precisamente una de las claves para sobrevivir a esta pandemia”, se plantea en el documento.

Justificación

En su fundamento, el texto plantea que el miedo, el confinamiento, la incertidumbre sobre la situación laboral y económica son sólo algunos aspectos que pueden provocar cambios en el estado emocional individual y colectivo de las personas.

Lo anterior, influye, según el informe, en nuestra capacidad de adoptar medidas de prevención adecuadas e incluso en la respuesta de los equipos de salud. “Lo anterior, sumado a la falta de confianza en la información entregada y en las medidas propuestas, son amenazas para enfrentar la pandemia generada a partir de la propagación del Covid-19”, se expresa.

El documento contiene las claves para el desarrollo de una Estrategia Nacional para la Salud Mental, que apunta a disminuir el impacto del COVID-19 a través de la prevención, la atención y el fortalecimiento de las capacidades de desarrollo de las comunidades.

Criterios a considerar

Se plantean cuatro criterios para el desarrollo de esta política: articulación territorial, intersectorialidad, participación y desarrollo económico.

En ese sentido, el rector de la casa de estudios, Ennio Vivaldi, señala que “destaca la importancia que siempre debe tener la Salud Mental, porque no solamente se ve afectada por la pandemia, sino que lo que hagamos en Salud Mental es clave para enfrentarla. Sabemos que las pandemias causan efectos psicológicos y sociales, y es un error pensar que si queremos preservar la vida, la atención de Salud Mental puede esperar. Y aquí es también fundamental tener presente que afecta, por múltiples factores, en forma diferencial a los diversos estratos socioeconómicos”.

Asimismo, para el desarrollo de esta Estrategia se proponen tres principios “flexibilizar para facilitar” (regulación de vida cotidiana), “visibilizar para potenciar” (valorar experiencia de las comunidades) y “regular para proteger” (garantizar que la desigualdad no se acentúe)

Implementación de estrategia

Para la implementación de esta estrategia se proponen diferentes áreas de trabajo, en las que se incluye planes y programas de apoyo, orientación a distancia y la gestión de la atención para garantizar la continuidad de los cuidados y la atención en el marco de esta emergencia sanitaria.

Asimismo se plantea la capacitación y cuidado del personal que trabaja en el sector de la salud para poder dar una primera respuesta en principios esenciales de apoyo psicosocial.

También se contempla como área de trabajo a la gestión de la información entregada por autoridades, donde se apela al fortalecimiento del rol de vocerías oficiales con empatia, transparencia y transmitiendo confianza e información de manera oportuna, práctica, veraz y coherente, basada en el bien común y la evidencia científica, entregando justificación clara de las medidas adoptadas, información de protocolos y garantizando que se proporcionen suministros suficientes para las personas.

En la elaboración del informe también se consideraron las poblaciones con necesidades específicas, entre las que se incluyen a equipos de salud que trabajan con Covid-19, a pacientes contagiados y sobrevivientes, a familiares de contagiados y fallecidos, a personas con transtorno psiquiátrico y/o abuso de alcohol y otras sustancias.

También, a personas mayores, niños y niñas, mujeres, personas en situación de dependencia y/o discapacidad, personas privadas de libertad, personas que se encuentran cesantes o con precaridad laboral (por ej. informalidad) y migrantes.

Pude revisar el documento aquí: