El ministro de Educación, Raúl Figueroa, reafirmó la decisión de adelantar las vacaciones de invierno para las últimas dos semanas de abril y de recuperar las instancias de aprendizaje presenciales prontamente según lo determine la autoridad sanitaria.

La decisión, tomada en el marco de la pandemia de Covid-19, también fue criticada por alcaldes, sostenedores y estudiantes.

Figueroa recalcó al respecto que estos días se está fomentando la enseñanza a distancia, pero que están convencidos de que cualquier medida que permita recuperar la cantidad de horas presenciales en el sistema escolar ayudará a no acrecentar las brechas de aprendizaje.

Esto último fue lo que motivó a adelantar las vacaciones de invierno, aseguró, decisión que tiene “un profundo sentido sanitario. Estamos hablando de medidas que son extraordinarias para resguardar la salud de todos los chilenos”.

Explicó también que el retorno a clases es una materia que se evalúa constantemente por las autoridades sanitarias, y que serán ellos quienes tomarán una decisión al respecto.

“Las clases presenciales son muy difíciles de reemplazar; se han hecho importantes esfuerzos, nosotros los hemos promovido y los agradecemos respecto de toda la comunidad escolar, para seguir adelante procesos de educación a distancia, pero estamos también convencidos que, sobre todo en el mundo escolar, la clase presencial es muy importante, y por lo tanto debemos tomar todas aquellas medidas que nos permitan recuperar la mayor cantidad de horas posibles en el sistema escolar”, argumentó.

Lo que le corresponde al Ministerio de Educación en este contexto, indicó, es realizar los ajustes curriculares que sean necesarios.

También dijo que la posible suspensión o reprogramación de la prueba Simce será evaluada en su momento.

Encuesta “muy poco representativa”

Además, el secretario de Estado desestimó los resultados de la encuesta publicada por el Colegio de Profesores, en que se consultó a más de 200.000 estudiantes, apoderados, docentes, auxiliares de la educación, y ciudadanos no vinculados al sistema escolar, cuyos resultados arrojaron que el 94% de los encuestados se mostró en desacuerdo con la decisión de adelantar las vacaciones de invierno en el contexto actual de pandemia.

Afirmó que dicha muestra “es muy poco representativa del sistema escolar”, recordando que éste estaría compuesto por cerca de 3 millones 600 mil alumnos. “Que esa encuesta haya dado un determinado resultado no significa que nosotros tengamos que variar una decisión que tiene un sentido pedagógico en un contexto sanitario complejo”, sostuvo.