Manifestantes se reunieron este sábado en Santiago para denunciar la represión policial durante las protestas que desde hace tres meses tienen sumido a Chile en una crisis social sin precedentes desde el retorno a la democracia en 1990.

Convocados en la Plaza Italia, el epicentro de las concentraciones desde que comenzó el estallido social el 18 de octubre, iniciaron una marcha que se desplazó por la Alameda, la principal arteria capitalina.

Los manifestantes marcharon en total silencio como una forma de condenar el abuso que afirman recibir de parte de los agentes de seguridad del Estado, que contienen las protestas con gases lacrimógenos, carros lanza agua, además de balines y perdigones que disparaban a los manifestantes, pero cuyo uso fue suspendido en noviembre ante las lesiones oculares que causaron.

“Marchamos por las violaciones a los derechos humanos que hemos vivido. Estaremos hasta cuando sea necesario, esto es Chile ahora”, dijo a la AFP Ana María, una trabajadora social que participó en la manifestación.

Mientras 29 personas murieron desde que comenzó el estallido social, cerca de 3.700 personas han resultado heridas, 253 lesionadas por bombas lacrimógenas y más de 400 sufrieron heridas oculares, según un último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

Los manifestantes, la mayoría vestidos de riguroso negro, llegaron hasta pocos metros del palacio gubernamental de La Moneda en silencio, luego interpretaron canciones y gritaron consignas en contra del presidente Sebastián Piñera, cuyo respaldo se desplomó a un 6% según una última encuesta.

“La única alternativa que tenemos es salir, marchar y manifestar lo que realmente el pueblo piensa”, sostuvo a la AFP, Cristián Romano, un profesor que también fue parte de la manifestación.

La marcha concluyó de forma pacífica, pero en Plaza Italia un centenar de manifestantes se enfrentaron a la policía en incidentes que se extendieron hasta la noche, con Fuerzas Especiales de Carabineros dispersando la manifestación con gases lacrimógenos, obligando la suspensión del tránsito por el lugar.