La Cámara de Diputados recibió de buena manera la propuesta realizada por la diputada María José Hoffmann (UDI) de sancionar a los funcionarios del Congreso que formen parte de funas y manifestaciones al interior del Parlamento.

En la oposición, el Partido por la Democracia (PPD) e integrantes de la extinta Nueva Mayoría firmaron un documento en el que condenaron actos de violencia en la sede del Poder Legislativo, documento a través del cual también hicieron un llamado al diálogo.

El presidente del PPD, el excanciller Heraldo Muñoz, criticó a los que polarizan discusiones públicas.

“No puede ser que el tener distintos pensamientos signifique la prepotencia discursiva, las acciones publicas de intolerancia, que son expresión de una peligrosa polarización que amenaza nuestra convivencia como sociedad”, dijo el otrora jefe de la diplomacia nacional.

Al otro lado del espectro, en el oficialismo, también hubo apoyo transversal a la medida de Hoffmann.

El diputado Diego Schalper (RN) criticó a los asesores que han formado parte de funas, aduciendo a que no corresponde que actúen de esa manera si es que están contratados con dineros de todos los chilenos.

“A mí me parece insólito que estemos discutiendo una cosa como esta. O sea que gente que está pagada con plata de todos los chilenos dedique tiempo y energía a insultar y a vulnerar las ideas de los demás”, aseveró.

“A mí me parece que hay que aplicar sanciones y si algunas personas efectivamente incurren en conductas reiteradas tienen que dejar de formar parte de una Corporación que al final es pagada con plata de todos los chilenos”, señaló el legislador.

Desde Evópoli, el diputado Francisco Undurraga hizo hincapié en el actuar en el último tiempo de los asesores del Partido Comunista y del Frente Amplio, condenando su comportamiento.

Otra de las ideas propuestas por la diputada Hoffmann fue la “delimitación de un espacio exclusivo para diputados”. No obstante, en primera instancia, tal medida no tuvo apoyo en la Cámara.

Funa a Chadwick

Pocos días después del estallido social del 18 de octubre, el exministro del Interior, Andrés Chadwick, fue objeto de una funa al interior del Congreso, el miércoles 23.

En aquella ocasión, la mano derecha del presidente Sebastián Piñera había acudido a una sesión especial convocada en la Cámara de Diputados para dar cuenta ante los legisladores de la situación por la que atravesaba el país.

El desarrollo de la instancia terminó siendo interrumpido por algunos minutos dado que un grupo de parlamentarias fueron a encararlo con carteles en mano, tras lo cual Chadwick dejó el hemiciclo con destino a la sala de ministros.

Fue en ese recorrido cuando el ex titular de Interior se encontró con una funa orquestada particularmente por asesores y parlamentarios de oposición.

Finalmente, su cuestionado desempeño en la crisis le valió a Chadwick ser acusado constitucionalmente por infringir la Constitución y las leyes, especialmente por su responsabilidad a la hora de omitir la adopción de medidas para detener violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos en medio de la ola de protestas.

Como principal castigo, el abogado no podrá optar a cargos de elección popular por los próximos cinco años.