Parlamentarios de la UDI y el PS enfrentaron posturas luego que el Gobierno manifestara extrañeza a Argentina por las declaraciones del presidente Alberto Fernández, quien llamó la atención por el silencio que ha existido ante las numerosas detenciones en el marco del estallido social en Chile, a diferencia de lo que se hizo frente a las capturas en Venezuela.
El canciller Teodoro Ribera pidió a su homólogo trasandino, Felipe Solá, que evitaran emitir opiniones frente a la situación interna de otro país.
La solicitud del jefe de la diplomacia nacional fue respaldada por el diputado Issa Kort (UDI), quien planteó que la diferencia entre Chile y Venezuela es que en nuestro país han existido violaciones a Derechos Humanos, pero no una dictadura.
Por el contrario, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Jaime Naranjo (PS), cuestionó esa extrañeza del Gobierno y consideró oportunas las declaraciones del recién asumido jefe de Estado argentino en momentos en que se violan los Derechos Humanos.
Además, reclamó que el Ejecutivo también ha opinado sobre la situación interna de Venezuela, por lo que no debería molestarle que se haga lo propio con Chile.
No obstante, y con anterioridad a su asunción a poder, Fernández ya se había referido a la situación en Chile.
A principios de noviembre, a unas semanas del comienzo del estallido social, dijo que el único milagro que había en Chile era que la gente no reaccionaba, a propósito de las referencias que se hacía sobre nuestro país en cuanto a la estabilidad.