Fueron 136 los detenidos registrados este viernes tras violentos enfrentamientos en Santiago y otras ciudades en el día 50 desde el estadallido social, mientras que el número de personas con heridas oculares graves supera ya las 350.

El país registró violentos incidentes el viernes por la noche, estancado en la peor crisis social desde el retorno de la democracia.

Se registraron “11 eventos graves” entre saqueos e incendios en el comercio, 4 ataques a comisarías, y una máquina del transporte público quemado, y que dejó a nivel nacional “un saldo de aprehendidos de 136”, 14 más que la jornada anterior según indicó un balance de la jornada entregado por la Subsecretaría del Interior y Seguridad Pública.

Uno de los hechos más relevantes fue el incendio que se registró por tercera vez desde iniciada la crisis en una antigua casona patrimonial, sede de la Universidad Pedro de Valdivia, ubicada cerca de plaza Italia, epicentro de las manifestaciones en Santiago. Miles de personas se reunieron en esta zona el viernes en una concentración pacífica.

Alrededor de la protesta, centenares de encapuchados se enfrentaron a la Policía, lo que también ocurrió en ciudades como Valparaíso y Concepción, dejando 63 heridos entre civiles y uniformados.

Perdigones y lesiones oculares

En tanto, las lesiones oculares que han sufrido los manifestantes en las protestas alcanzaron las 352 desde el inicio de la crisis según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). Dos de ellas quedaron ciegas producto de balines y perdigones.

Tras una serie de controversias y recursos judiciales, Carabineros se comprometió hace dos semanas a restringir el uso de este tipo de armamento no letal, pero los heridos en los ojos han seguido creciendo, según estiman organizaciones humanitarias.

“Coincidimos con la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), hay conductas reiterativas en orden al uso y abuso de escopetas antidisturbios”, sostuvo Sergio Micco, director del INDH.

También dijo coincidir en que “estamos frente a una situación de denuncias sobre violaciones graves a los derechos humanos”, en línea con las críticas de organizaciones como Human Right Watch (HRW), Amnistía Internacional, y la CIDH por las denuncias de excesivo uso de la fuerza por parte de agentes de seguridad del estado.

Desde el 18 de octubre, cuando comenzó la crisis tras la toma de estudiantes de estaciones del metro de Santiago en rechazo al incremento del precio de la tarifa, han muerto 23 personas y miles han resultado heridas.