Este miércoles se aprobó una indicación en las comisiones de Defensa y Seguridad del Senado para que la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) pueda reclutar agentes encubiertos propios.

La indicación, aprobada de forma unánime, busca conceder facultades operativas a una institución que fue creada sin esta atribución, pues su carácter siempre ha sido técnico.

Esta ha sido una de las principales críticas a la institución, pues se le ha cuestionado su incapacidad para anticipar el estallido social previo a la crisis.

El ministro de Defensa, Alberto Espina, señaló a El Mercurio, que “si queremos tener una Agencia Nacional de Inteligencia que realmente esté preparada con los medios tecnológicos y humanos para enfrentar organizaciones criminales como las que han atacado a Chile durante las últimas semanas (…) es importante dar un paso relevante que consiste en que la ANI pueda reclutar, contratar sus propios agentes”.

Esta no ha sido la primera vez que se le ha intentado dar carácter operacional a la institución, pues otras administraciones también han buscado otorgarle la facultad.

Si bien la ANI es una institución conocedora de los operativos de inteligencia de las policías, esa información llega residualmente a la organización.

La iniciativa, que ha sido propuesta por el Ejecutivo y que busca modernizar el sistema de inteligencia, ingresó en 2018 al Senado y descansaba ahí hasta la actualidad, tomando gran preponderancia luego del estallido de la crisis social.