La economía chilena cayó 3,4% en octubre en relación a igual periodo del año anterior, arrastrada por la inusitada crisis social que comenzó el 18 de ese mes provocando una dramática baja en la actividad comercial y en los servicios, informó este lunes el Banco Central.

La caída del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), supera ampliamente las previsiones oficiales y de mercado, que la ubicaban en torno al 1%, completando el mes con la reducción más pronunciada desde que en 2009 la economía cayó 3,5%, en ese entonces en la estela de la crisis global.

La crisis social que comenzó el 18 de octubre con protestas contra el aumento en las tarifas del Metro de Santiago escaló hasta convertirse en la revuelta social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.

Al respecto, el ministro de Economía, Lucas Palacios, atribuyó el resultado al estallido social, según publicó en la red social Twitter.

“IMACEC de octubre fue de un lamentable -3,4%. Cifra refleja impacto social de violencia en nuestro país: pérdida de empleos, baja recaudación tributaria para financiar planes sociales, destrucción de miles de emprendimientos.Violencia = desempleo”, tuiteó.

Desde el mundo empresarial, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, calificó la cifra como una “muy mala noticia”.

“Mientras no paremos la violencia, no pararemos la profunda caída de la economía. La violencia ha estado destruyendo puestos de trabajo, destruyendo la inversión y debilitando el estado de derecho”, sentenció en una declaración pública.

En el tercer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile se expandió 3,3%. Pero la crisis amenaza las previsiones oficiales de crecimiento que esperaban cerrar el año con un avance de 2%.

El Imacec minero creció 2,0%, pero el índice no minero se contrajo un 4,0%, acotó la entidad. Recordemos que nuestro país concentra casi el tercio de la producción global de cobre.

Con la economía en baja y los mercados inquietos, el Banco Central anunció el jueves la intervención del mercado cambiario por hasta 20.000 millones de dólares, desde diciembre hasta fines de mayo, con el fin de sostener el peso que en la pasada semana volvió a caer a su mínimo histórico (828,36 unidades por dólar).