El martes 22 de octubre, la diputada Pamela Jiles (PH) instaló la idea de realizar un juicio político en contra del presidente Sebastián Piñera debido a los muertos debido al actuar de las fuerzas de seguridad en medio de la ola de protestas.

A los cinco días, más de diez parlamentarios del Frente Amplio (FA) y del Partido Comunista (PC) confirmaron la presentación de una acusación constitucional en contra del Mandatario, texto en el cual todavía trabajan.

Lo anterior, a modo de perseguir responsabilidades frente a las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos durante el Estado de Emergencia y los toques de queda que llegaron a ser decretados en 13 de las 16 regiones.

No obstante lo anterior, el Partido Socialista (PS) se ha mostrado cauto ante la idea de un impeachment en contra del jefe de Estado e incluso ha comunicado su preocupación a las bancadas de la oposición.

De acuerdo a fuentes al interior de la colectividad, se teme que la acusación no prospere en el Congreso, con lo cual la figura de Piñera saldría robustecida; y que ello congele el diálogo con los sectores de Renovación Nacional (RN) que se han mostrado abiertos a unirse al diálogo para una nueva Constitución, consignó La Tercera.

El tema incluso habría sido discutido en una reunión entre los jefes de bancada. Allí, Manuel Monsalve (PS), junto a sus símiles del Partido Radical (PR), la Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia (PPD) le habrían advertido a parlamentarios del PC y el FA que presentar la acusación ahora sería “poco oportuno”.

Sumado a lo anterior, también les habrían manifestado que, de momento, como bloque deberían concentrar sus esfuerzos en la acusación que enfrenta el exministro del Interior, Andrés Chadwick; y en la idea de contar con una nueva Carta Fundamental.

Pero los esfuerzos del PS no habrían surtido efecto, tampoco en Revolución Democrática (RD), quienes anunciaron estar “colectivamente a disposición” de la acusación en contra del Gobernante.

Pese a todo lo anterior, el informe que emanará la expresidenta Michelle Bachelet, en su calidad de alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, podría cambiar la visión de algunos diputados del PS.

El martes, el partido ofreció un almuerzo para coordinar posturas al que asistió al directiva, diputados y senadores, instancia en la cual el mismo Monsalve afirmó al citado medio que “el PS en materia de defensa de los Derechos Humanos no descarta ninguna herramienta” y que el informe de Bachelet sería instrumental a la hora que alguno de sus diputados decida apoyar el libelo.

Hasta el momento, Emilia Nuyado y Jaime Naranjo habrían manifestado su intención de estampar su firma en el documento que podría presentarse la próxima semana.