El recién nombrado ministro secretario general de la Presidencia, Felipe Ward, no inició de la mejor forma su relación con el Senado, pese a que su cargo es fundamental para establecer lazos entre el Congreso y el Poder Ejecutivo.

Durante el fin de semana, el titular de la Segpres emitió declaraciones que provocaron rechazo en el presidente y el vicepresidente del Senado, Jaime Quintana y Alfonso de Urresti.

En diálogo con La Tercera, Ward aseguró que “por primera vez en mucho tiempo hay un gobierno que se hace cargo de los problemas de la ciudadanía“, defendiendo la gestión de Sebastián Piñera y criticando las reformas que pretendía impulsar, Michelle Bachelet.

Al respecto, en declaraciones también recogidas por el matutino, el senador Quintana evidenció que aquella afirmación no cayó para nada bien.

“Hubiéramos esperado otro mensaje inicial del ministro Ward, más convocante”, indicó el legislador del Partido por la Democracia (PPD), junto con anunciar la suspensión de una reunión que tenían programada para el lunes.

En este contexto, el ministro Ward se vio forzado a retroceder en sus dichos para destrabar el incipiente conflicto.

Este martes, el secretario de Estado justificó la reacción de la mesa del Senado, asegurando que “ellos (Quintana y Urresti) han manifestado una preocupación legítima”.

“Creo que lo que está ocurriendo hoy día en el país, lo que está ocurriendo en términos de apertura al diálogo en el Congreso exige gestos de parte de todo. Yo no voy a estar ausente, ni me voy a restar a esos gestos”, aseguró el ex titular de Bienes Nacionales.

En esa línea, agregó que “si se ha incomodado de alguna forma al presidente del Senado, por su puesto que estamos dispuestos a tener una nueva conversación“, indicando que pronto concretarán un encuentro.

“Si hay que corregir el tono de forma de volver a tener este diálogo y a conversar, aquí cuenten conmigo”, aseveró también la autoridad, asegurando que “todas las ideas son bienvenidas” y que respetan “desde el día uno” las facultades de ambas cámaras del Congreso.

Asimismo, descartó que producto de sus declaraciones del fin de semana las relaciones con la mesa de la Cámara Alta hayan estado congeladas, pese a que se canceló una primera reunión clave.