Según el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA) de la Armada, el invierno 2019 terminó a las 04:50 horas de este lunes, estación que entró a la historia como una de las más secas en los últimos 70 años, de acuerdo a datos proporcionados por la Dirección Meteorológica de Chile.
A niveles locales, por ejemplo, este invierno fue la segunda temporada con menos lluvias en Curicó y la tercera en Santiago y Valparaíso.
En base a cifras oficiales que corresponden al periodo entre el 21 de julio y el 21 de septiembre, a las que accedió El Mercurio, Meteorología cifró en 59,2 los milímetros que cayeron en Santiago, cuando lo normal es 198 milímetros, un 70.1% de déficit.
El panorama fue similar en Valparaíso, donde cayeron 70 de 255 milímetros; seguido de Curicó, donde precipitaron 83,2 de 393 milímetros; y Concepción, urbe donde se registraron 421,6 milímetros de lluvia de los 582 usuales.
Desde la Oficina de Servicios Climatológicos, el meteorólogo Diego Campos advirtió que la zona más afectada fue aquella entre la región de Coquimbo y el Maule, donde el déficit fluctuó entre un 70% y un 90%.
En esa misma área, todas las regiones cuentan con emergencia agrícola por escasez hídrica, con la excepción de Maule, donde hasta el momento hay solo nueve comunas con este decreto.
Sumado a lo anterior, el experto recordó que el invierno más seco se registró en 1968, cuando hubo áreas con 90% de déficit; seguido de 1998, año que dejó un 89% de déficit.
Desde la misma entidad ya se han emitido informes donde se detalla que la primavera que recién comenzó no traería episodios extraordinarios de precipitaciones, aunque el panorama para Ñuble podría ser de menos lluvias que de costumbre.
Los mismos reportes adelantaron que hay una alta probabilidad de ocurrencia de heladas entre septiembre y octubre, generalmente un dolor de cabeza para los agricultores.
El verano 2019 – 2020, en tanto, se anticipa como complicado en materia hídrica no solo por el déficit de precipitaciones líquidas que arrastrará el país, sino también por la falta de acumulación de nieve en la cordillera, deshielos que alimentan las napas y acuíferos subterráneos.
Somos Agua
La sequía ya afecta a gran parte del territorio nacional y parece avanzar sin freno alguno.
No solo los efectos del cambio climático nos están pasando la cuenta, también lo hace la falta de una regulación efectiva en cuanto al manejo del vital recurso.
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