Sobrevivientes de abuso sexual y laicos cuestionaron al movimiento apostólico Schoenstatt, acusando falta de transparencia en los procesos de información de denuncias.

El movimiento apostólico de Schoenstatt, al igual que la mayoría de las congregaciones religiosas en Chile, ha debido enfrentar varios casos de abusos sexuales en los que han estado involucrados algunos de sus integrantes.

El más conocido es el otrora arzobispo de La Serena, expulsado del sacerdocio por el Vaticano, Francisco José Cox. A él se suma el presbítero Roberto Gajardo, condenado por la justicia ordinaria por abuso sexual a una menor de edad, también el sacerdote Francisco Basáñez. Pero se agregan también casos de posible encubrimiento, y ahí apuntan al cardenal Francisco Javier Errázuriz,

La Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos fija en 6 los religiosos ligados a Schoenstatt que, según sus datos, tienen denuncias por abuso sexual. El último, que fue dado a conocer la semana pasada, fue el caso del sacerdote Ángel Vicente Cerró, quien recibió al menos dos denuncias de abusos que habrían ocurrido hace 30 años. Se le suspendió del ministerio público sacerdotal, mientras dure la investigación.

Sobrevivientes y laicos cuestionaron que en el caso de Cerró, la comunicación del caso fue más bien reservada. No fue publicado en el sitio de la Conferencia Episcopal, como ocurre desde hace un tiempo con estos casos. Tampoco explicitan que los antecedentes serán enviados a la Fiscalía, como fue el compromiso que adquirió la iglesia chilena y como se lee desde el último tiempo en comunicados de otras congregaciones.

El integrante de la Red de Sobrevivientes, Paul Endres, cree que hay más casos dentro de Schoenstatt, que no han sido transparentados. Además criticó que hasta ahora ninguna congregación se ha acercado a la Red para ofrecer acompañamiento a las víctimas ni han demostrado interés real por concretar lo anunciado en comunicados de prensa.

“No me cabe la menor duda que existen otros más. Yo creo que hay que hacer la presión suficiente para que se trate de hacer un proceso lo suficientemente transparente, sobre todo cuando nosotros escuchamos el cómo se están haciendo las cosas, más dudas provocan que tranquilidad. No hemos tenido ningún acercamiento de ninguna congregación, por ejemplo, el acompañamiento o la cercanía con sobrevivientes o víctimas”, aseguró.

El vocero de la Red Nacional de Laicos de Chile, Juan Carlos Claret, también criticó la forma en que se dio a conocer el caso de Cerró, que a su juicio no cumple con los estándares mínimos que hoy se espera de las congregaciones.

“En el caso de Angel Cerró, los schoenstattianos han funcionado de una manera bajo el nivel de lo que han hecho estas congregaciones. No sólo no informa que se van a entregar los antecedentes al Ministerio Público, sino que además no se publicó debidamente. No cumple con lo que publicamente trata de enfatizar“, aseguró.

Hasta ahora, el mapa de los abusos en Chile, realizado por la Red de Sobrevivientes, da cuenta de 260 casos liderados por la congregación de los Salesianos, seguida por los Hermanos Maristas y la Compañía de Jesús, superando los 20 casos cada una.