Desde este lunes y hasta el miércoles, se vivirá una ola de calor entre las regiones de Tarapacá y O’Higgins con temperaturas que comenzarán en 27º en la zona central y podrían llegar hasta 35º en el norte, según indicó la Dirección Meteorológica de Chile.

Si bien las mínimas serán las comunes para meses de invierno, partiendo entre 1º y 2º, con el avance del día y la semana incrementarán considerablemente, alcanzando el peak durante el miércoles, pero, considerando que la estación del invierno empezó hace menos de un mes, ¿cuál es la explicación a este fenómeno?

Patricio González, agroclimatólogo de la Universidad de Talca, afirmó que es un evento que llama la atención considerando que la semana pasada se registraron temperaturas de hasta 9 grados en la región del Maule, con hasta siete días de heladas.

“Eso es producto de una presión fría ubicada en el centro norte, que genera vientos de travesía desde la cordillera hacia el valle y eso va a hacer más intenso durante el miércoles, generando, al descender por la ladera de la cordilerra, altas temperaturas por la presión que hace el viento sobre el suelo; hace descender la humedad relativa y eleva las temperaturas”, detalló.

“Es algo que va a elevar las temperaturas máximas por sobre el promedio esperable para agosto, porque ha ido cambiando sustantivamente la ubicación de las estaciones”, explicó González, añadiendo que tras el peak, los grados descenderán hasta 16 para el jueves.

Además, consultado si el fenómeno está entrelazado con el cambio climático, señaló que sería un efecto colateral, considerando que la primavera se adelantó hacia la segunda semana de agosto, y agregando que los vientos de travesía -antes mencionados- son más recurrentes en verano y no en invierno.

“Son efectos colaterales porque el cambio climático ha modificado la estructura de la presión atmosférica y de temperatura en toda la zona norte, centro y sur de Chile”, comentó.

En tanto, respecto a los efectos que podría generar en la agricultura, el agroclimatólogo mencionó que las altas temperaturas -junto a otros efectos- son las causas tras la megasequía que enfrenta la zona central y emergencia agrícola que se vive en la zona, la cual podría descadenar una crisis hídrica que se podría manifestar a partir de 2020.

“El problema de baja pluviometría está asociada a estas altas temperaturas sobre 33 y 35 grados que se van a empezar a producir hacia el verano, eso hace aparecer la evaporación. Con altas temperaturas se evapora mucha agua, hasta 90 metros cúbicos por hectárea que tiene que reintegrar el agricultor”, aseguró González.

“Si tenemos una falta de agua en las norias, en los embalses, el problema se va a empezar a agudizar con temperaturas que esperamos para la region del Maule, que estemos para los 40 grados hacia enero y febrero”, añadió.

Mientras que las temperaturas pronosticadas por la Dirección Meteorológica de Chile para la región de Tarapacá podrían alcanzar los 35º y hasta los 37º, según Patricio, la región de O’Higgins enfrentaría hasta 27º.