Durante su visita a la región del Maule, el fiscal nacional Jorge Abbott se refirió a la controversia en torno a la Ley Antiterrorista, debate que resurgió luego de los envíos de explosivos a una comisaría de Huechuraba y al exministro del interior, Rodrigo Hinzpeter.

Tras dichos casos, el Gobierno puso suma urgencia al proyecto de ley corta que se tramita en el Congreso, y que esta jornada está agendado para ser discutido en la Sala del Senado.

Entre las principales modificaciones se encuentra que las policías -Carabineros y la PDI-, además del Ministerio Público, puedan utilizar medidas especiales para la investigación de delitos de mayor complejidad, entre ellos los terroristas, como la utilización de agentes encubiertos o agentes reveladores, las entregas vigiladas y la interceptación de las comunicaciones, entre otras.

Al respecto, Abbott puntualizó sobre la actual Ley Antiterrorista que “es bien particular que no contemple la existencia de medidas intrusivas, como sí existe en materia de tráfico de drogas o en delitos contra la propiedad”.

“Estas técnicas investigativas son fundamentales, particularmente para poder investigar delitos tan complejos como los terroristas”, sostuvo.

Sin embargo, fue más allá y planteó que aunque “es muy importante para el Ministerio Público, para las policías, contar con estas herramientas”, hay que avanzar hacia “una modificación integral de la Ley Antiterrorista” y “hacerse cargo de algunas disfuncionalidades que tiene la ley vigente”.

Con estos avances, indicó que sería esperable poder prevenir atentados como los ocurridos el 25 de julio en la capital, “puesto que con técnicas de esa naturaleza y nosotros pudiendo investigar actos preparatorios que son punibles, bien nos permitiría evitar la ocurrencia de hechos de esa naturaleza”.