La mañana de este domingo, Línea Azul aseguró que dio inicio a una investigación interna sobre la adulteración de la patente de su bus que tuvo un accidente el lunes 29 de julio y que dejó seis muertos y decenas de heridos.

A través de un comunicado, la empresa indicó que lo hizo a modo de “conocer los alcances y las responsabilidades que caben en este hecho”.

Sumado a ello, la compañía aseguró que el dueño, Marcelo Hernández, siempre tuvo la intención de enfrentar a las autoridades y la justicia, y valoró su disposición por aquello.

“Queremos manifestar que la disposición de Marcelo Hernández, siempre fue la de colaborar. El jueves pasado, cuando la empresa tomó conocimiento de la orden de detención en su contra, el ánimo siempre fue de comparecer ante los tribunales”, señalaron.

“De hecho, ese mismo día, la defensa se comunicó con la Fiscalía de O’Higgins para coordinar su asistencia y cooperación. Así se comunicó también por medio de la prensa local chillaneja antes, incluso, que se materializara la detención”, escribieron.

Junto con lo anterior, Línea Azul aseveró que la incautación de los 19 vehículos que Hernández tiene a su nombre fue una diligencia que contó con su autorización, a modo de reparar civilmente a las víctimas.

En el mismo escrito, confirmaron que, tras una disposición del Ministerio de Transportes, sus servicios interurbanos se mantienen suspendidos, no así los recorridos rurales que ofrecen.

“Queremos reiterar nuestra entera cooperación con las diligencias que está efectuando tanto la policía como la Fiscalía de O’Higgins, además de solidarizar con las familias de las víctimas y de quienes resultaron heridos en este lamentable hecho”, concluyeron.