La diputada frenteamplista Pamela Jiles ofició al director nacional de Gendarmería, Christian Alveal Gutiérrez, pidiendo que se confirme si el excomandante en jefe del Ejército, general (r) Juan Miguel Fuente-Alba, fue formalizado y trasladado este jueves con o sin medidas de coerción -como el uso de esposas-.

Fue ayer que el exuniformado fue procesado, tras 4 años de indagatorias, en el 7mo Juzgado de Garantía de Santiago, instancia en la que se detalló su presunto actuar entre 2010 y 2014 y se le aplicó la medida cautelar de arraigo nacional.

Según la parlamentaria, Fuente-Alba fue formalizado “sin ninguna medida de coerción, tal como esposas, del mismo modo que ocurre habitualmente con los imputados durante un traslado”, lo que calificó como “a todas luces irregular”.

Esto, puesto que Fuente-Alba “se encuentra en prisión preventiva por delitos considerados graves que ameritan la disposición de medidas acordes”.

Fuente-Alba se encuentra desde el 14 de febrero en prisión preventiva bajo custodia del Ejército en el Regimiento de Policía Militar N°1 de Peñalolén, luego de que la ministra en visita Romy Rutherford lo procesara.

Lavado de activos

En la formalización, el fiscal José Morales metropolitana Centro Norte precisó que el perjuicio fiscal alcanza los 2.980 millones de pesos al año 2014.

Respecto del lavado del dinero, fue distribuido en ocho cuentas bancarias nacionales e internacionales -de él o su cónyuge- y 17 tarjetas de crédito.

Asimismo, comenzó a invertir en fondos mutuos e introdujo montos en distintos sistemas financieros. También movió dinero entre sus propias cuentas, para alejarlos del origen.

El persecutor detalló que se produjeron depósitos en sus cuentas en efectivo en pesos y dólares, los que tienen origen desconocido y no tienen comprobante.

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