Darle un impulso a la economía. Esa fue la instrucción del presidente Sebastián Piñera a los ministros del equipo económico, reconociendo un año difícil.

Para enfrentar esto, el Gobierno relanzó algunas medidas que buscan acelerar la actividad. Las que consisten, entre otros, en un plan de infraestructura y obras públicas por 4.000 millones de dólares para 2019.

Iniciativas también en materia administrativa para disminuir la burocracia en proyectos de inversión. Además del envío -próximamente- del proyecto de portabilidad financiera.

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“Este plan nos va a permitir potenciar la capacidad de crecer, de crear empleos, de mejorar los salarios, de dar oportunidades a los emprendedores para innovar, para emprender, con un sólo objetivo: mejorar la calidad de vida de los chilenos”
- Sebastián Piñera, presidente de Chile.

“Este es un plan potente de reactivación económica, que nos va a permitir potenciar la capacidad de crecer, de crear empleos, de mejorar los salarios, de dar oportunidades a los emprendedores para innovar, para emprender, con un sólo objetivo: mejorar la calidad de vida de los chilenos”, detalló el Mandatario.

Y el objetivo de dar señales en materia económica contempla la aceleración de las reformas estructurales: el proyecto tributario y de pensiones, que el Ejecutivo planea aprobar este año.

Es por eso que repondrán la suma urgencia para que este último termine su trámite en la Cámara en julio y se despache a ley desde el Senado a más tardar el 1 de noviembre, como indicó el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg.

Lo anterior, “para poder reajustar y subir las pensiones a partir del 1 de enero”, remarcó el secretario de Estado.

La presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara, la diputada frenteamplista Gael Yeomans (Convergencia Social), señaló que es necesario fijar un cronograma de trabajo, pero no presionar al Congreso.

“Pagar mejores pensiones implica que nos tomemos en serio, con responsabilidad, el debate legislativo”, subrayó la congresista.

En materia tributaria, en la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, en donde el proyecto se tramita desde hace 10 meses, han puesto en duda que el texto se despache este año.

Al respecto, el Gobierno reforzó que uno de los aspectos eje es la integración, algo criticado por la oposición. Si bien confían en llegar a acuerdo con la Democracia Cristiana a cambio de compensaciones, un protocolo para la aprobación de la reforma no se ha afirmado aún.

El diputado y presidente de la Comisión de Hacienda, Daniel Núñez (PC), hizo un llamado a la DC, quienes a su juicio “deben ser coherentes y defender lo avanzado en materia de equidad social y tributaria con la reforma que hicimos el 2014”.

Con todo, La Moneda no tiene cambios respecto a la integración del sistema tributario. Por ello insistieron en que trabajarán dispuestos a llegar a acuerdo con quienes quieran dialogar, como indicó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.