El fiscal nacional, Jorge Abbott, confirmó la suspensión de Sergio Moya por mantener en su domicilio evidencias recopiladas en la investigación por presunta corrupción de tres ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua.

De esta forma, el jefe de Alta Complejidad de O’Higgins se sumó a Emiliano Arias, apartado de sus funciones por presunto tráfico de influencias.

En el caso de la suspensión de Moya, ésta se produjo en el marco de una investigación administrativa en su contra, luego que se encontrara en su domicilio evidencia recopilada por presunta corrupción en contra de tres ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua.

Dicha evidencia debió ser remitida al fiscal Héctor Robles.

El hallazgo se produjo durante el allanamiento a su vivienda registrado el pasado 7 de mayo, diligencia ordenada por el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, que investiga a falsificación de pruebas en la denominada Operación Huracán.

En esa ocasión la Policía de Investigaciones incautó las copias forenses de los computadores de los jueces Emilio Elgueta y Marcelo Vásquez, además de los teléfonos móviles de los abogados de Rancagua, Gabriel Henríquez, Pablo Latorre, Rodrigo Guerrero, Víctor Beltrán y Muta Adams.

Justamente, las oficinas de estos abogados habían sido allanadas el jueves 11 de abril por su presunta responsabilidad en el supuesto pago de coimas a los ministros Elgueta, Vásquez y Marcelo Albornoz.

Ante el hallazgo de las evidencias, el fiscal subrogante de O’Higgins, Javier Von Bischofhausen, ordenó abrir el sumario que originó la suspensión de Moya, la que a su vez fue firmada por Gabriel Meza, fiscal jefe de Santa Cruz.

Al respecto, el fiscal nacional, Jorge Abbott, confirmó que “se abrió un sumario respecto de un tema de custodia de especies. El fiscal Moya actualmente está suspendido, está de vacaciones, pero el fiscal a cargo de la investigación administrativa procedió a suspenderlo”.

ARCHIVO | Leonardo Rubilar | Agencia UNO
ARCHIVO | Leonardo Rubilar | Agencia UNO

Allanamiento llegó a la Corte

La sanción a Moya se suma a la del fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, quien desde el 6 de mayo se encuentra suspendido. Sobre él hay una investigación en el ámbito penal, liderada por Eugenio Campos, por denuncias de subalternos por obstrucción a la investigación, violación de secreto y tráfico de influencias.

Destacar que la diligencia en el domicilio de Moya no estuvo libre de polémicas, luego que el persecutor considerara ilegal y arbitraria la diligencia ordenada por su colega de Aysén, y solicitó la devolución inmediata de los artículos incautados de su familia.

En la diligencia, la policía estuvo diez horas en el hogar y se llevaron, además de pertenencias de Moya, los teléfonos y computadores de su esposa e hijos. Por lo anterior, recurrió a la Corte de Apelaciones de Rancagua.

Finalmente, en fallo dividido, la tercera sala del tribunal de alzada acogió en forma parcial la orden de no innovar a favor del fiscal Moya y accedió a prohibir su divulgación.

Recordemos que el persecutor fue acusado de de enviar una serie de instrucciones al exmayor Patricio Marín, entre las que se encontraba expresamente que debía evitar que personal de la PDI analizara las aplicaciones que se habían utilizado para “interceptar” mensajes de WhatsApp, ya que se podían dar cuenta de las irregularidades.

Sin embargo, Moya aseguró que no conoce más detalles y que está “absolutamente” tranquilo.

“Es parte de nuestro trabajo, es parte de una investigación penal en curso. No tengo nada más que comentar”, manifestó.

Asimismo, aseguró que esos mensajes no corresponden a Huracán, sino que a una causa que llevaba en 2012. “Están en su celular hace un año y medio. No es nada nuevo”, dijo.