No hay primera sin segunda. Por segundo año consecutivo, el presidente Sebastián Piñera sufrió una mala pasada del sistema que proyecta su discurso (teleprompter), luego de que este se atrasara y lo dejara en plena cuenta pública -literalmente- sin palabras.

“Por otra parte… y que avance el teleprompter”, fue la frase con que el mandatario, irguiendo una sonrisa resignada, pidió a través del micrófono que el encargado del sistema se pusiera al día con el transcurso de su alocución.

Su audiencia se apiadó y celebró con algunas risas y aplausos el impase.

Sin embargo, es probable que esta vez el presidente no tuviera tanta paciencia. En su cuenta de 2018, el teleprompter también se puso en su contra, debiendo improvisar algunos comentarios antes de clamar por ayuda técnica.

Agencia Uno
Agencia Uno

Pero quizá la piñericosa más notable de este año, fue que el presidente Piñera volvió a bautizar los puertos USB como “UBS”, confusión que ya había cometido al presentar los vagones de la línea 3 del Metro en enero… y también en su cuenta de 2018, cuando habló de los nuevos buses eléctricos del Transantiago.