El obispo Eduardo Durán, quien encabeza la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, expulsó este martes a dos pastores miembros del directorio de la institución, e integró a otros dos como reemplazantes.

Mediante cartas citadas por La Tercera, Durán fundamentó la expulsión en que “ambos faltaron a los compromisos asumidos en reuniones”.

Fueron Tito Maturana Bravo y Daniel Héctor Guzmán Donoso quienes fueron “cesados de sus funciones” por el polémico obispo, quien cedió sus puestos a los también pastores Moisés Aarón Vásquez y Beter Rodríguez Saldías.

“Pongo en su conocimiento que a contar del día de hoy cesa en sus funciones como secretario del Honorable Directorio Nacional de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal, dejando de pertenecer a este cuerpo colegiado”, manifestó Durán en las misivas.

Durán ha sido duramente cuestionado tanto desde dentro como desde fuera de la institución, entre otros motivos por su abultado patrimonio de sobre mil millones de pesos en avalúo fiscal, por ser investigado bajo cargos de lavado de activos, por prolongados conflictos internos en la iglesia que encabeza y por haber anunciado que se divorciará para casarse por segunda vez con otra pareja tras pasar años separado de su esposa -junto a la cual pasó 40 años-.

Asimismo, apuntó contra la asamblea extraordinaria anunciada para el próximo 11 de mayo para destituirle. La instancia tendrá lugar en la Catedral Evangélica de Chillán Viejo, en la región de Ñuble, ocasión en la que se removerá del cargo al obispo y se analizará la elección de su sucesor.

Respecto de esto, Durán acusó que “las reuniones de directorio que se convoquen y se realicen sin contar con la anuencia del obispo presidente que suscribe y la citación a Conferencia Extraordinaria, como los acuerdos que en ellas se adopten, carecen de la legalidad necesaria para surtir efectos jurídicos”.