La Conferencia Episcopal cuestionó nuevamente el proyecto que podría obligar a religiosos denunciar casos de abuso sexual, incluso cuando están bajo secreto de confesión.
Los sacerdotes enfatizaron que quienes incumplan ese sacramento pueden ser sancionados con la excomunión.

Canonistas advirtieron que no se puede cambiar la ley canónica y parlamentarios instan a que las leyes del Vaticano no pueden estar por sobre el Estado.

Tema que se ha convertido en protagonista en la Asamblea Plenaria de los obispos en Punta de Tralca, donde se reúnen hasta el viernes.

El secretario general de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, quien ya había manifestado su rechazo al proyecto de ley, insistió en las críticas.
Enfatizó que el secreto de confesión es inviolable y que pueden terminar en la excomunión.

El obispo de Melipilla, Cristián Contreras Villarroel, se cuadró con esa postura y resaltó que lo que pueden hacer los religiosos es recomendar acudir a la justicia.

El canonista y sacerdote Francisco Walker, aseguró que es prácticamente imposible que las leyes canónicas se modifiquen en esa línea. A su juicio, los sacerdotes prefieren ir a la cárcel que violar el secreto de confesión.

El vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, Helmut Kramer, reafirmó la importancia de que el proyecto se apruebe tal como está y cuestionó las críticas.

El diputado humanista, Tomás Hirsch, instó a los sacerdotes a cumplir funciones en el Vaticano si pondrán esas leyes por encima de las del Estado chileno.

El proyecto será revisado en las próximas semanas en la Comisión de Constitución del Senado y en ese contexto el diputado Hirsch pidió a los senadores aprobar el proyecto tal como está y no ceder a las presiones de la iglesia.