Chile sigue siendo centro de interés internacional. A 72 horas de la visita a Santiago del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, este lunes se realizará la duodécima reunión del Grupo de Lima, la misma que desde el 8 de agosto del 2017 viene analizando la crisis venezolana.

Para ello, ayer domingo comenzaron a llegar las delegaciones de los 15 países que forman parte de la instancia, aunque no todos los cancilleres estarán presentes, como sí ha ocurrido en ediciones anteriores.

Por ejemplo, el encuentro del martes 26 de febrero en Bogotá, Colombia, contó con la presencia del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Esta vez no estará el líder opositor chavista, aunque sí viajó el embajador y representante del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Julio Borges.

Dicha instancia se creó única y exclusivamente para analizar la delicada situación que vive el país petrolero. Partió inicialmente con 12 miembros activos: Argentina, Brasil, Canadá, Chile (bajo el gobierno de Michelle Bachelet), Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Sin embargo, tras lo ocurrido con las presidenciales de 2018 en Venezuela, se unieron Guyana y Santa Lucía. Así llegaron a 14 miembros y luego se elevó a 15 tras el reconocimiento del presidente encargado, Juan Guaidó.

Raúl Arboleda | Agence France-Presse
Raúl Arboleda | Agence France-Presse

El Grupo de Lima es avalado también por Barbados, Estados Unidos, Granada, y Jamaica. Incluso ha recibido respaldo de organismos multilaterales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).

El problema del bloque es que en agosto cumplirán dos años sin concretar su cometido principal: resolver el problema de Venezuela por la vía pacífica.

El encuentro arrancará con un desayuno en La Moneda, junto al presidente Sebastián Piñera, y continuará luego en el Hotel Sheraton, el cual se materializa en medio de una profundización de la crisis de los venezolanos, en que los apagones sistemáticos que están ocurriendo en todos los estados han escalado todavía más la crisis económica y social que viven.

En la última declaración, 48 horas después que intentaran ingresar los alimentos de la ayuda humanitaria -y que contó con la polémica presencia en Cúcuta de Piñera y el presidente de Paraguay, Mario Abdó-, sólo se resaltó que el cerco diplomático ha estado funcionando.

Si bien el aislamiento ha debilitado la dictadura de Nicolás Maduro, pese a ello, el apoyo de las Fuerzas Armadas al sucesor de Hugo Chávez continúa.

Financiamiento para Venezuela

La previa de la reunión estará marcada por un particular anuncio: Estados Unidos -junto a Chile, varios países latinoamericanos, europeos y Japón- anunciaron el impulso de un fondo de financiamiento comercial de 10.000 millones de dólares para poner a disposición de un eventual nuevo gobierno en Venezuela.

Según confirmó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, la iniciativa surgió en la reunión que mantuvo con ministros de Finanzas de 19 países para discutir sobre la situación en el país caribeño, realizada al margen de las reuniones de primavera del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.

Y, pese a que aún se desconoce el aporte económico que realizará Chile, el anuncio trajo inmediatas críticas en la oposición de nuestro país.

“A los chilenos les dicen que no hay recursos, pero para colocar recursos en Venezuela, para gastar recursos en Venezuela no hay problema”
- Manuel Monsalve, jefe de bancada diputados PS.

El diputado socialista, Manuel Monsalve, criticó la iniciativa y señaló que el gobierno debe dar explicaciones, porque “a los chilenos les dicen que no hay recursos, que es necesario hacer ajustes, recortes presupuestarios, que no hay recursos para mantener la gratuidad en la Educación Superior a 27.000 jóvenes, pero para colocar recursos en Venezuela, para gastar recursos en Venezuela, no hay problema”.

En la misma línea apuntó el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien también se sumó a las críticas y señaló que si Chile desea ayudar a Venezuela, podría presionar a Estados Unidos e Inglaterra, para que devuelvan los más de 70.000 millones de dólares que le tienen retenidos a los venezolanos.

“En Chile faltan muchos recursos para muchas políticas que están desfinanciadas”, acusó Jadue.