“Esta pelea de qué tu ganas yo gano no tiene sentido. La verdad, yo me iba a inclinar por mantenerme al medio y abstenerme, pero ya que está aprobada la idea de legislar, cuando veamos artículo por artículo ahí espero que la oposición trabaje conjunta, porque ahí es la verdad. Ahora es política, me da lo mismo la ciudadanía, ahí podemos votar a favor o en contra”.

Con esas palabras encendió la polémica el diputado DC Pablo Lorenzini en la Comisión de Hacienda de la Cámara el miércoles pasado, cuando votó a favor de la idea de legislar la Reforma Tributaria impulsada por el Ejecutivo, lo que -de paso- generó un quiebre al interior de la oposición.

“Es un enredo de palabras. No sabía qué iba a votar. Tenía mis dudas. Se produce una confusión en las palabras”, admitió, aunque -en conversación con Radio Futuro– insistió que su frase “está dirigida, no está toda”.

“En otros años también metí las patas por ahí (…) mas que nada son algunos que se aprovechan de las circunstancias. No tengo problema en decir que fueron mal dichas las palabras en el contexto”, aseguró.

De paso, apuntó a la relevancia que ha tomado el debate de dicha iniciativa: si bien admitió que “siempre una reforma es importante”, pero descartó “que sea tan determinante como dicen los empresarios. Yo no lo creo”, aseguró.

El día previo a la votación se mostró abierto a votar en el sentido que definiera su bancada, situación que generó un quiebre en la oposición considerando el acuerdo de mínimos comunes que había logrado la centroizquierda para confirmar a Iván Flores (DC) en la presidencia de la Cámara.

Pese a ello, negó que haya habido un acuerdo con la oposición. “El partido no me dice a qué hora voy al baño o tomo desayuno. Consideraré lo que diga mi partido, pero la decisión es mía”, remarcó.