El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó a Chile en visita oficial para participar en la primera cumbre Prosur, en medio de la polémica por los dichos de su jefe de gabinete, quien valoró la política económica de la dictadura chilena, pese “al baño de sangre”.

Pasadas las 16:20 horas arribó ayer jueves en Santiago el presidente Jair Bolsonaro procedente de Brasilia, y a bordo del avión Airbus A319 de la Fuerza Aérea de su país.

El jefe de Estado brasileño, que representa a 200 millones de habitantes, inició de esta forma su visita de tres días a Chile, en que participará del Foro de Presidentes de América del Sur, Prosur, y cursará una visita oficial.

Se trata de su segunda actividad fuera de su país desde que asumió la presidencia, luego de un primer periplo que lo llevó a Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump.

La visita del mandatario de Brasil ha generado duros cuestionamientos desde la oposición chilena, quienes lo acusan de hacer llamados a la discriminación de clase, género y por condición sexual.

Al almuerzo en su honor organizado por el Gobierno, no asistirá la Mesa del Senado, presidida por el PPD Jaime Quintana, ni el recién electo presidente de la Cámara de Diputados, el demócratacristiano Iván Flores.

Sebastian Beltran | Agencia UNO
Sebastian Beltran | Agencia UNO

A su llegada al aeropuerto de Santiago, y pese a que el protocolo chileno lo había invitado a subir al vehículo para trasladarse de inmediato al hotel, Bolsonaro decidió hablar con los medios chilenos y brasileños.

Consultado por la cumbre organizada por los presidentes de Chile y Colombia, reconoció que era el fin de la Unión de Naciones Sudamericanas, creada por Brasil y Argentina, asegurando que intentará junto a los demás mandatarios sudamericanos “sellar el final de Unasur”.

“Toda América Latina pide unirse por la democracia, libertad y prosperidad”, agregó Bolsonaro.

También sostuvo que la detención de Michel Temer era parte del proceso judicial e institucional de su país.

Jair Bolsonaro, dueño de una larga lista de frases ampliamente cuestionadas por organismos de derechos humanos, colectivos feministas, organizaciones de la diversidad sexual, entre otros, rayó la cancha de inmediato al sostener que no viajó a Chile para hablar de Pinochet.

“Aquí no voy a hablar de Pinochet. Hay gente a la que le gusta, a otros no, pero digo que el régimen militar de Chile fue muy parecido al de Brasil”, señaló.

Sebastian Beltran | Agencia UNO
Sebastian Beltran | Agencia UNO

Bolsonaro fue consultado sobre el dictador chileno, a propósito de su intervención de 1998 en la revista brasileña Veja, en que afirmó que “Pinochet debería haber matado a más gente”.

Asimismo, en diciembre pasado su hijo, Eduardo Bolsonaro, concedió una entrevista a La Tercera en la que aseguró que “Pinochet fue una persona que impidió que Chile se transformase también en una nueva Cuba”.

Además, ese jueves se conoció que Onyx Lorenzoni, jefe de gabinete de Jair Bolsonaro, destacó que el gobierno del dictador Pinochet sentó las bases económicas que han dado éxito a Chile, pese a que el país sufrió un “baño de sangre” durante el “gobierno militar”, todo esto al defender la necesidad de cambios en el sistema previsional de Brasil.

Esta declaración molestó a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, quienes ya habían adelantado su ausencia en actividades junto a Bolsonaro.

El senador Jaime Quintana sostuvo que esos dichos justifican su decisión de restarse del almuerzo organizado por Sebastián Piñera en honor al mandatario brasileño.

“Son declaraciones profundamente inamistosas, yo francamente no recuerdo declaraciones así de un gobierno cuyo mandatario pisa suelo chileno. Creo que esto es un agravio, no sólo a la oposición, no sólo a las víctimas de derechos humanos, sino que al país entero”, criticó.

En la misma línea, el presidente de la Cámara Baja, Iván Flores, explicó que cada vez que el actual gobierno brasileño justifica la dictadura de Pinochet, es una falta de respeto a Chile.

“Lo que ha ocurrido con este vocero cercano a Bolsonaro, justificando el baño de sangre en Chile, a mí no solamente me parece que es una afrenta a todas las personas que perdieron familiares, sino que además es un desatino que no tiene parangón”, cuestionó.

Desde la oposición, en tanto, el presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado, y su par del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, aseguraron no estar disponibles para rendir honores al jefe de Estado brasileño, argumentando que su figura atenta contra los Derechos Humanos.

En el oficialismo, por su parte, criticaron la actitud. La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, llamó a respetar la democracia brasileña.

“A la oposición podrá no gustarle Bolsonaro porque es un presidente de derecha, pero es el presidente que los brasileros eligieron, y ellos debieran, si se dicen demócratas, respetar la democracia de otro país”, sentenció.