Los presidentes de las comisiones de Salud de ambas Cámaras, Guido Girardi y Juan Luis Castro, presentarán una querella ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) por ejercicio ilegal de la profesión en contra de optometristas de dos reconocidas ópticas: Schilling y Rotter & Krauss.
Los parlamentarios acusaron que más de 4 millones de chilenos han sido engañados a la hora de recetar anteojos.
En detalle, apuntan a los optometristas, encargados de la salud visual en forma primaria, pero que actualmente no tienen habilitación en Chile.
La acusación se enfoca en que dos ópticas trabajan con esos profesionales, como Schilling y Rotter & Krauss, los que han diagnosticado a personas -aseguran- de forma errada. A juicio de los parlamentarios quienes sí pueden entregar un diagnóstico certero y legal en el país son los tecnólogos médicos o derechamente médicos oftalmólogos.
Girardi y Castro aseguraron que existe un “negocio de los anteojos” y que muchas veces se realiza incluso en la calle, además de las ópticas.
De la denuncia ante la FNE participó también la Sociedad Chilena de Oftalmología. Quien lidera en la asociación, Mauricio López, suscribió a la iniciativa, no sólo por el “ejercicio ilegal de la profesión”, sino también por la presunta participación de estas empresas ópticas en el ilícito.
El gremio advirtió que ante el escenario que acusan puede existir mayor riesgo en el diagnóstico de menores de 10 años, pues un anteojo errado les podría significar un bajo desarrollo del sistema visual.
Por último, criticaron los precios de los anteojos, que pueden ser hasta un 75% más caros que en el extranjero.