Parlamentarios de oposición acusaron al ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, de querer impedir la reforma al actual Código de Aguas, con el ingreso de más de 100 indicaciones al proyecto que se tramita en el Senado, lo que en la práctica -según indican- favorecería a quienes especulan con los recursos hídricos.

Por su parte el ministro Fontaine descartó que las indicaciones apunten a entregar los derechos a perpetuidad, pero defendió entregar certeza jurídica a los actuales propietarios de los derechos de aprovechamiento.

La controversia se originó luego de una entrevista del secretario de Estado con Pulso, que Fontaine salió más tarde a clarificar.

Según acusaron los parlamentarios de oposición, las indicaciones del Gobierno apuntan a entorpecer el proyecto. En palabras del senador socialista Alfonso Urresti, sería un esfuerzo por beneficiar a los especuladores.

“Entender que los derechos sobre el agua van a ser perpetuos y protegerle con eso el negocio a muchos especuladores es no entender lo que significa nuestra sociedad, el cambio climático, la escasez de recursos hídricos”, argumentó el senador.

El jefe de bancada de los diputados de la Democracia Cristiana, Matías Walker, recordó que lo aprobado en primer trámite en la Cámara, y que fue despachado al Senado no le quita los derechos vigentes a los actuales propietarios. Sin embargo, señala que efectivamente se impondrá una caducidad en éstos para quienes no estén usando el recurso.

Se establecen también “causales de expulsión respecto de los antiguos derechos que, si bien conservan su actual estatus jurídico, pueden extinguirse si no se inscriben en el nuevo catastro de aguas”. En este sentido, rechazó también las modificaciones planteadas por el Ejecutivo.

Según está estipulado en el proyecto, los derechos que se entreguen en cuanto entre en vigencia la nueva ley tendrán una vigencia de 30 años, razón por la cual causan polémica las indicaciones del Gobierno.

La senadora del PPD, Adriana Muñoz, interpretó las indicaciones del Gobierno como un intento por impedir una modificación real al Código de Aguas, argumentando que ingresar 126 indicaciones implicaría que, en la práctica, el proyecto no va a ser ley durante la actual administración, debiendo pasar muchos años para que se modifique la normativa.

“Yo creo que aquí hay un gran triunfo de los especuladores, esto va a significar que van a estar en una tramitación larguísima, esto es una tensión legislativa innecesaria”, criticó la parlamentaria.

Fontaine, por su parte, destacó que nunca ha hablado de dar derechos a perpetuidad. “La palabra perpetuidad yo jamás la utilicé en la entrevista, ni está utilizada en todas las indicaciones”, defendió.

Finalmente, durante febrero no habrá ninguna sesión en el Congreso, por lo que la discusión en torno al proyecto iniciará durante marzo.