El Gobierno continúa su ofensiva para que la los parlamentarios de oposición se abran a tramitar el proyecto de ley Admisión Justa, pese a la serie de cuestionamientos que ha recibido el texto legal.
La iniciativa legal, ampliamente criticada por la oposición, fue ingresada por el Ejecutivo este martes a la Cámara Baja sin ninguna urgencia particular.
En paralelo, la bancada de diputados de la Democracia Cristiana anunció que rechazarían la idea de legislar la Admisión Justa, situación que complica de sobremanera las expectativas de La Moneda.
Este miércoles durante un punto de prensa el presidente, Sebastián Piñera, instó a los legisladores que se abran a discutir la iniciativa.
“Quiero pedirle a los parlamentarios que estudien la ley, que conversen con la ciudadanía, que recojan el pensamiento, la opinión y los sentimientos de los ciudadanos, porque la Ley “Admisión Justa” es parte de un proyecto mucho más amplio que busca mejorar la calidad en todos los estamentos de nuestro sistema educacional”, apuntó el Mandatario.
En ese sentido, se refirió a los objetivos y propósitos que tiene el texto legal, asegurando que permitirá “reconocer y valorar el mérito como algo legítimo, y que puede y debe ser incorporado como un elemento en el proceso de admisión, pero al mismo tiempo compatibilizar el mérito por la inclusión”.
El Jefe de Estado detalló que en caso que el Congreso de luz verde a la iniciativa, se podrá reconocer el mérito y esfuerzo de los estudiantes “en todos los niveles económicos”.
“Creemos que eso es parte de la naturaleza humana, porque creemos que es importante reconocer, valorar y premiar a aquellos que se esfuerzan en la vida”, puntualizó el Presidente.
Los principales cuestionamientos
Alguno de los puntos más cuestionados de la iniciativa que busca modificar la Ley de Inclusión -impulsada por el gobierno anterior- son el hecho que se busque restablecer la selección de estudiantes y las entrevistas personales a sus apoderados.
Según han detallado desde el Ejecutivo, Admisión Justa pretende reponer la selección en un 100% para que los liceos de excelencia cuenten con los mejores estudiantes; reservar un 30% de la matrícula para que los establecimientos elijan, de acuerdo a su proyecto educativo y por medio de entrevistas personales a los apoderados; ampliar el porcentaje de alumnos vulnerables para ciertos colegios; y priorizar también a los hermanastros.
Desde la oposición se cuadraron con la Ley de Inclusión de la administración Bachelet y han adelantado que el actual Gobierno no contará con el piso suficiente para concretar cambios en un sistema, que a juicio de ellos, funciona de buena forma.
En tanto, Piñera aseguró que el actual sistema es injusto porque “es un poco como ‘el perro del hortelano’, ese que no comía ni deja comer, porque no da calidad y no permite que los padres aporten a la calidad”.
Esto último, pavimentando el camino para restablecer el copago en la educación escolar ya que -según el Mandatario- todavía el Estado no está capacitado para entregar educación de calidad a los sectores medios y vulnerables.