El Congreso aprobó la Ley de Cabotaje y ahora los cruceros -de carácter extranjero- podrán trasladar a pasajeros entre distintos puertos del país.

Asimismo, permitirá el tránsito de estas naves con un mayor número de pasajeros, beneficiando el turismo nacional.

En efecto, este proyecto de ley dejará que en el territorio nacional transiten cruceros superiores o igual a 400 pasajeros.

Así lo señaló el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, quien además explicó que las embarcaciones internacionales podrán recalar en distintos puertos de Chile, lo que antes no estaba permitido.

“Por ejemplo, antes si uno quería ir de Valparaíso hasta Punta Arenas no podía hacerlo en una nave extranjera y ahora sí”, expresó.

Esta normativa actualiza la ley gracias al crecimiento que ha sostenido esta industria en el país, donde en los últimos tres años la llegada de cruceros ha aumentado un 22%.

La iniciativa se da en el marco de la crisis de cruceros que impactó a la región de Valparaíso, pues durante la temporada del 2017 se generó una importante reducción de los trasatlánticos que llegaron al puerto de la ciudad.

Esto motivó una gestión entre el Gobierno, el municipio y la Empresa Portuaria, para asegurar que los dineros y visitantes que llegaran a la ciudad, permitieran aumentar la capacidad para recibir cruceros.

En ese sentido, el senador del PPD por la región de Valparaíso, Ricardo Lagos Weber, impulsor de este proyecto, señaló que esta ley incentivará nuevos planes para la región.

“Va a generar un incentivo para el desarrollo de otros futuros proyectos muy positivos para nuestra región, como puede ser la construcción de un muelle para cruceros”, aseguró.

La subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, comentó que Chile recibe sólo el 1,5% de los cruceristas a nivel mundial y que se espera que esta temporada lleguen más de 450 mil personas al país.

“Una industria que hoy mueve 28 millones de pasajeros a nivel mundial y que Chile sólo recibe el 1,5%”, afirmó.

La modificación potenciaría el turismo nacional, mejoraría la calidad de servicio de los pasajeros y aumentería la competencia.

Además de generar nuevas rutas para los cruceros, como Valparaíso, Rapa Nui y viajes de siete días.