Un total de 1.119 civiles de la Central Nacional de Informaciones (CNI) pasaron al Ejército por orden del dictador Augusto Pinochet, en febrero de 1990, apenas un mes antes que Patricio Aylwin (DC) asumiera como presidente de la República y se oficializara el retorno a la democracia.

Según información publicada por CNN Chile, y exhibida por Javier Rebolledo en el libro La sombra de los cuervos, mediante una serie de documentos se revelaron los nombres de hombres y mujeres que pasaron a la institución de forma directa y sin recibir capacitación concreta de la Dirección de Inteligencia del Ejército.

“Son parte de los acuerdos. Esos civiles no eran gente que andaba matando, pero sí que tenía misiones de información”, admitió una exalta autoridad militar.

Si bien muchos de ellos fallecieron, de acuerdo a T13, hasta 2018 aún quedaban nueve de ellos en las filas del Ejército. Aunque en diciembre pasado, el ministro de Defensa, Alberto Espina, aseguró que no seguirían en 2019: “Yo creo que este año se van todos”, dijo.

Entre 2016 y 2017, el Ejército se negó a entregar la información con los nombres de las personas involucradas al abogado de Derechos Humanos, Cristián Cruz. En aquella ocasión, la Corte Suprema decidió negar los registros, argumentando que se podía perjudicar la integridad de las personas.

“La mayoría se ha retirado. Goza de pensiones. Yo no voy a dar nombres, pero sabemos que uno de esos exagentes hoy día trabaja en la zona del conflicto mapuche”
- Cristián Cruz, abogado de Derechos Humanos.

El abogado aseguró que recibió antecedentes respecto a que algunos de estos exagentes estaban ubicados en piezas claves del Ejército y -por esa vía- controlaban la información de las causas de Derechos Humanos, por lo que no descartó que la situación se repita en la actualidad en otras circunstancias.

“La mayoría se ha retirado. Goza de pensiones. Yo no voy a dar nombres, pero sabemos que uno de esos exagentes hoy día trabaja en la zona del conflicto mapuche”, acusó Cruz.

“Todo lo que tenga que ver con la CNI huele a tragedia, huele a perversión, huele a matanza”
- Cristóbal Urriticoechea, diputado RN y miembro de la Comisión de DDHH.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, aseguró que se trata de una situación grave. “Parece gravísimo constatar el hecho con nombres y apellidos. Demuestra que lo que han denunciado los abogados de familiares de víctimas de terrorismo de Estado, es verdad”, remarcó.

El diputado miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Cristóbal Urriticoechea (RN), aseguró que es favorable que se haya transparentado esta información. “Todo lo que tenga que ver con la CNI huele a tragedia, huele a perversión, huele a matanza y a un sinfin de cosas más. Yo no creo que la forma sea dar vuelta la página, yo creo que la forma es reconocer los errores”

Con todo, actualmente existe una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la negativa del Ejército de entregar la información.