En los últimos cinco años los eventos críticos asociados a incendios de bosques se han duplicado en el país. Así lo dijo en Concepción el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Juan José Ugarte, quien reafirmó el compromiso en las tres líneas de trabajo en materia de prevención para esta temporada.
Asimismo, expresó que en la actualidad “tenemos una capacidad de combate de incendios (forestales) como nunca antes hemos visto en el país”.
El registro de las empresas del sector forestal reporta la ocurrencia de 28 eventos críticos en el periodo estival 2013-2014, los que aumentaron a 56 en la última temporada.
Hay preocupación por focos que pudieran salirse de control, para lo cual se han identificado puntos complejos en todo el país donde poner atención, y también se ha coordinado con las empresas eléctricas el despeje de las fajas, pues en un escenario de alta temperatura, baja humedad y fuertes vientos, chispas o corto circuito podrían desencadenar un desastre.
El compromiso de las empresas forestales agrupadas en Corma tiene tres ejes de acción, el primero de ellos es la coordinación con el resto de los actores, indicó el presidente de Corma, Juan José Ugarte.
En este sentido, un total de 17 pilotos de las Fuerzas Armadas recibieron su certificado para combate aéreo de incendios. Ellos se suman a 175 efectivos del Ejército que fueron capacitados en combate terrestre, en virtud de un pionero acuerdo entre el Ministerio de Defensa y las empresas forestales socias de Corma.
Ugarte afirma que la prevención es lo más importante, y que sobre esta base han planificado la temporada.
Para esta temporada, las empresas forestales han destinado cerca de 85 millones de dólares a la prevención y combate de incendios, mientras que -en total- más de 3.000 personas estarán dedicadas a esta tarea, como parte de la Red de Prevención Comunitaria en toda la macrozona forestal.
Según datos de la Corma, al menos una de cada 10 familias chilenas depende del bosque, y en la zona centro sur, esta cifra llega a ser una de cada tres, pero el riesgo es creciente debido al cambio climático y la acción del hombre.
Por esto es que el sector privado contará con una flota de 51 aeronaves y 35 bases de carguíos, para proveer de agua a las brigadas en caso de emergencias, como parte de un plan surgido en el catastrófico verano del 2017, en que 11 personas murieron y se perdieron 570 mil hectáreas de bosques y pastizales.
