Los “overoles blancos” dieron qué hablar durante el segundo semestre de clases de los liceos emblemáticos de la región Metropolitana, por los hechos de violencia que se registraron en sus enfrentamientos con las Fuerzas Especiales de Carabineros.

Además de ello, las paralizaciones y tomas dejan también un saldo de clases perdidas, que -para algunos- es difícil de recuperar.

Camilo (18), egresado del Liceo de Aplicación (L.A), acusa que tiene vacíos en materias de ciencias y matemáticas. “Si no se está en un preuniversitario, es difícil dominar (el contenido) como lo hacen algunos alumnos de colegios particulares o subvencionados”, sostuvo a El Mercurio.

Camilo critica más la forma que el fondo. “Claramente mucha movilización afecta, pero creo que (las manifestaciones) son algo necesario para que cambie un poco el foco“, añadió el joven.

En el Instituto Nacional, Joaquín (17) dice haber aprovechado la paralización y las tomas para estudiar desde su casa y repasar materias complicadas.

“Como siempre, hemos vivido esto desde 7mo básico; he tratado de estudiar y seguir el ritmo”, indicó al matutino.

Convivencia Escolar

Por otro lado, Alonso (17), también exalumno del L.A, aseguró que los hechos de violencia son comunes en los liceos emblemáticos, que están “acostumbrados” y que, “a diferencia de otros años, este fue más normal”.

El proyecto de Convivencia Escolar (ex Aula Segura) que impulsó el Gobierno se impuso en el Congreso y espera convertirse en una ley que sancionará y gestionará los hechos de violencia en los establecimientos educacionales, tanto a nivel de estudiantes, como de apoderados y todos los miembros de la comunidad escolar.