A primera hora del miércoles, a las 7:15 am, se volverá a repetir la escena. Un grupo de 31 ciudadanos colombianos será expulsado del país, desde el Grupo 10 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), tras la determinación de los tribunales de justicia.
Lo anterior, por presentar condenas judiciales por delitos cometidos y sancionados en Chile como tráfico de drogas, robo con intimidación, robo con violencia y tenencia ilegal de armas de fuego.
Y no se trata de la primera vez. En agosto pasado, el Gobierno y la Prefectura Policial del Aeropuerto realizaron un operativo de expulsión de 51 colombianos por órdenes de expulsión judiciales y administrativas, 32 de los cuales estaban cumpliendo condena en Chile.
En dicha ocasión, las personas fueron trasladadas hasta Bogotá en un Boeing 767 de la FACh, uno de los aviones presidenciales utilizado por los mandatarios para vuelos transatlánticos superiores a seis horas de duración.
Es una práctica que ha llevado al Ejecutivo a desembolsar un millón de dólares (689 millones de pesos) en vuelos durante 2018. De acuerdo a un oficio de la Subsecretaría del Interior que se conoció el miércoles pasado, solicitado por el diputado Jorge Brito (RD), entre el 1 de enero y el 23 de octubre Chile ha deportado un total de 1.583 extranjeros, por razones judiciales o administrativas.
En tanto, el año anterior ocurrió lo mismo con otros 1.398 ciudadanos extranjeros, que en su mayoría suelen ser bolivianos, peruanos y colombianos.
