De gira en Asia, el presidente Sebastián Piñera guardó silencio respecto de la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca en Ercilla, ya que estaría esperando reportes oficiales para entregar su postura al respecto.

Por su parte, el vicepresidente de la República, Andrés Chadwick, llegó a las 09:15 horas de este jueves hasta el Palacio de La Moneda y tampoco emitió declaraciones, aunque una declaración oficial se llevaría a cabo durante el transcurso de la mañana.

Este mediodía, Chadwick tenía fijada una entrega simbólica de 108 vehículos junto al director general de la Policía de Investigaciones, Héctor Espinosa, en la Plaza de La Constitución, instancia que fue cancelada.

En paralelo, la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, viajó hasta la región de La Araucanía para cumplir con una variada agenda, visita que estaba organizada con anterioridad al deceso del comunero.

Desde la Segegob indicaron que su arribo a Temuco quedó pactado para las 11:00 horas. Allí, Pérez anunciará el Centro Oncológico Regional y la ampliación de la infraestructura hospitalaria, sumado a un encuentro con locatarios de la Feria Pinto y una reunión de trabajo con el gabinete regional.

Muerte y ataques

El miércoles, el joven de 24 años, nieto del lonco Juan Catrillanca, fue impactado por una bala en el cráneo durante un operativo del Grupo Táctico de Carabineros -más conocido como “Comando Jungla”– en Ercilla, confirmaron desde la institución y el mismo Gobierno.

Catrillanca habría recibido el fatal disparo cuando conducía un tractor junto a otro menor de 15 años alrededor de las 16:00 horas, en momentos que efectivos de Jungla intercambiaban disparos con desconocidos que habían robado tres vehículos en la zona.

La comunidad Antonio Peñeipil de Galvarino reaccionó ante el suceso e hicieron un llamado al levantamiento del pueblo mapuche, amenazando con tres días de actos rebeldía ya que, a su juicio, Catrillanca murió “ejecutado por la policía militar”.

La familia del comunero hizo un llamado tanto al Estado como Carabineros, para que se hagan responsables por la muerte del joven.