El Gobierno aseguró que revisará hasta el último detalle antes de enviar el proyecto de pensiones al Congreso, el que se debería realizar a más tardar hoy, según el propio Ejecutivo.

En la antesala, desde la oposición reforzaron una de las peticiones para hacer viable la discusión: que la propuesta se divida en dos, dejando una tramitación para el aumento del Pilar Solidario y otra discusión sobre el resto de la reforma, que contempla alza a la cotización individual, con cargo al empleador, y la entrada de nuevos actores a la administración de pensiones.

Esta división del texto, sin embargo, ha sido desestimada por La Moneda.

El presidente del Partido Socialista, el senador Álvaro Elizalde, señaló que en la ex Nueva Mayoría están a favor de aumentar los recursos para los más vulnerables, pero que el grueso del proyecto es insuficiente.

El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, respondió a las críticas de la oposición, que han apuntado a un nulo apoyo a los actuales pensionados.

Desde la Confederación de la Producción y del Comercio, su presidente Alfonso Swett, mantuvo su estimación del costo en el mercado laboral de la reforma en régimen.

El líder empresarial señaló que sin crecimiento económico es imposible financiar el costo fiscal de 3.500 millones de dólares del proyecto.

Luego del ingreso de la reforma al Congreso, se debe poner en tabla la discusión, debate que anticipan en el oficialismo y la oposición que se extendería por todo 2019.