El “efecto Bolsonaro” se acrecienta en Chile. Piñerismo y Bacheletismo reaccionan de diferente manera ante él.

Piñera Echeñique lo llamó por teléfono, y en una conversación de poco más de cinco minutos, lo felicitó por sus cifras, pero también por el proceso en general de la votación.

Dijo que estará el 1 de enero del próximo año en el cambio de mando y que tendrá muy buenas relaciones con el líder ultraderechista, tal como consideró que las tuvo en su anterior periodo con Luiz Inácio Lula da Silva.

“Lo felicité por un acto democrático de la sociedad brasileña, que fue impecable y por su gran triunfo electoral. También conversamos de temas que nos interesan a los dos países y por supuesto me confirmó que iba a visitar Chile”, indicó.

En su rol de Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, la expresidenta Michelle Bachelet dijo que estarán atentos a lo que ocurra en Brasil.

Antes, en un discurso, donde no nombró explícitamente a Bolsonaro, lamentó la elección por mayoría de políticos con discursos misóginos y homófobos que justifican la tortura.

“Como hay algunos comentarios en campañas que son preocupantes, sólo puedo decir que como oficina vamos a estar muy atentos. Porque queremos que en una democracia tan importante de América Latina los derechos humanos se sigan respetando y la democracia se siga consolidando”, aseguró.

Mauro Pimentel | Agence France Press
Mauro Pimentel | Agence France Press

La derecha no unifica la mirada

Ante el triunfo de Bolsonaro y su próxima visita a Chile, hay aprensiones pero también defensas desde partidos de derecha.

La presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, consideró que Bolsonaro está dando muestras de que quiere hacer bien las cosas.

“La verdad es que haber tenido un acto democrático como lo tuvieron la tarde de ayer, es muy bueno. Creo de verdad que está dando muestras de que quiere hacer las cosas bien: está congregando a equipos de trabajo que son de altísimo nivel, como son los equipos económicos y lo que uno espera es que ojalá le vaya muy bien”, afirmó.

El presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, llamó a dejar gobernar a Bolsonaro y cuestionó las declaraciones de la expresidenta Bachelet.

“Un cuco que se ha pintado, esperemos que pasa cuando gobierne. Llama la atención la declaración de la presidenta Bachelet, que dice que va a estar muy atenta al tema de los derechos humanos en Brasil y todavía no es capaz de pronunciarse sobre Caracas”, argumentó.

Mientras, el presidente de Evopoli Hernán Larraín Matte enfatizó que su partido defiende los Derechos Humanos y que esperan que Bolsonaro, de quienes han sido críticos, gobierne como un estadista.

“Que busque unidad, moderación, respeto a las instituciones y los derechos humanos. Lo importante, es que más que un discurso, hablen las acciones de este espíritu para gobernar”, precisó.

Lamentos y temores de la izquierda

En la oposición lamentaron el triunfo y lo consideraron una amenaza para la democracia en toda la región.

El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, criticó la actitud que ha tenido la UDI y emplazó al oficialismo a defender de mejor manera los principios democráticos, acusando ambigüedad del presidente Piñera.

“Está claro que la UDI, por su vínculo con la dictadura, no ve con malos ojos este tipo de liderazgos, hemos visto como sus dirigentes han corrido a besarle el anillo a Brasil”, acusó.

Los presidentes de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, y del Partido Comunista, Guillermo Teillier, hicieron un análisis de las posibles causas de este triunfo. El primero apuntó al acorralamiento del centro, el segundo a la falta de unidad entre el centro y la izquierda.

Ambos coincideron en que esto debe ser materia de análisis para evitar que algo así se replique en Chile.