La diputada RN Ximena Ossandón se refirió este lunes a lo ocurrido con su hijo Nicolás Paul, de 18 años, quien se entregó este fin de semana a Carabineros tras golpear y dejar con lesiones de consideración a otro joven.

Al respecto, la parlamentaria aseguró que se trató de un “episodio fuerte” pero no superior a sus declaraciones en 2010 cuando dijo que su sueldo era “reguleque”; ocasión en la que ocupaba el cargo público de vicepresidenta de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) y recibía más de $3,5 millones brutos.

En entrevista con La Tercera, Ximena Ossandón no sólo se refirió a esta última complicada situación, sino que repasó varias de sus “frases desafortunadas” durante su carrera política.

“Viví más fuerte lo que pasó con el sueldo ‘reguleque’. ¿Sabes por qué? No por mí, sino porque hizo sufrir a mi familia. Fue un error pero nunca fue mi intención ofender a la gente. Lo recuerdo como un episodio tremendamente doloroso que además creo muchos prejuicios sobre mí que gracias a Dios se han ido derrumbando (…). Nunca hemos escondido las cosas, ese es el punto”, confesó la parlamentaria sobre lo ocurrido en 2010.

En tanto, el mencionado medio recuerda también sus polémicas declaraciones sobre las ocasiones en que una mujer se ve obligada a dejar sus hijos en jardines.

“Cuando la mamá decida irse a tomar, ir a la playa o a tomar un café con una amiga, dejando al niño en nuestras salas, eso es lo que tenemos que evitar”, comentó en junio de 2010.

Y también recuerda cuando Ossandón defendió al expulsado sacerdote Fernando Karadima por abuso de menores.

“¿Qué le interesa al demonio: hacer caer a una persona común o al padre Karadima, que es uno de los próceres de la Iglesia Católica chilena? Es obvio: al padre Karadima (…)”, precisó.

Pese a todo ello, hoy la diputada se muestra “reformulada” en el Congreso, generando lazos con la oposición al interior de la organización y donde ha sido respaldada por la decisión de entregar a su hijo a las autoridades policiales.

“Si yo puedo ser un aporte en el Congreso, de crear un ambiente de más tolerancia, de entendernos más, feliz. Esa es mi forma de ser. Siempre trato de hacer amigos porque me gusta entender al de al frente. Si lo entiendo, me enriquezco yo. Y a veces mis teorías toman más fuerza por eso”, explicó.

Por último, dejando una moraleja por lo ocurrido con su hijo, la parlamentaria concluye: “Nicolás, es muy cariñoso, buena persona pero cometió un error. Gracias a Dios, con consecuencias leves (…) Nadie está sobre la ley”.