En marzo de 2018, fueron 8 de cada 10 las familias que se negaron a donar los órganos de sus parientes fallecidos, complicando aún más la situación que vive el sistema de salud con listas de espera que aumentan año a año.

La cifra, del 82%, registra la mayor negativa registrada al menos desde enero de 2017, en un semestre que terminó con un 63% de rechazos, según lo reportó El Mercurio.

De seguir en esta dirección, se teme que se supere el 48% de negativa familiar anotado en 2017, agudizando aún más la crisis.

En este sentido, se ha registrado en 2018 una baja de casi un 50% en el número de donantes, de acuerdo a información del Ministerio de Salud.

Una posible causa de esto, estima el ministro de Salud, Emilio Santelices, sería el dictamen de Contraloría, que prohibió a fines de 2017 a los equipos de salud pedir autorización a las familias de donantes para concretar la operación.

Al respecto, el presidente de la Sociedad Chilena de Trasplante, José Manuel Palacios, acotó al medio que este fenómeno se debería a que “en los lugares donde debiera hacerse la pesquisa activa, como los servicios de urgencia y unidades críticas de hospitales, se detecta sólo la mitad de los posibles donantes y a una alta negativa familiar”.

A nivel educacional, cuestiona que “sólo viendo las carreras de la salud, en Medicina el tema se toca solo en dos oportunidades en siete años”.