Apercibido por la justicia quedó el conductor de Uber que se negó a una fiscalización en el aeropuerto de Santiago y fue apuntado por un carabinero con su arma de servicio. Según indicó la empresa, la cuenta del dueño del vehículo fue desactivada de la plataforma e investiga un presunto fraude.
Desenfundado su arma de servicio, un funcionario de Carabineros que realizaba controles vehiculares en el terminal aéreo capitalino, detuvo a un conductor de un servicio informal de transporte de pasajeros que se negó a bajar de su automóvil.
El hecho se registró durante la mañana del lunes, cuando tras la advertencia de un grupo de taxistas, el funcionario policial intentó fiscalizar a un vehículo que tomaba pasajeros sin contar con autorización.
Según los antecedentes policiales, el conductor se encontraba acompañado por un turista que viajaba en el asiento de copiloto. Además, se determinó que el auto no contaba con los papeles para el transporte de pasajeros, que el chofer de nacionalidad colombiana no tenía licencia y además se encuentra en Chile en una situación irregular.
Según explicó el mayor Diego Rojas del Departamento de Comunicaciones Sociales de Carabineros, el hombre -identificado como Nelson Blanco- intentó evitar que el automóvil fuera requisado y aceleró la marcha, lo que obligó al funcionario policial a amenzarlo con su arma.
“Esta persona se sube al vehículo, da marcha y trata de avanzar. El carabinero le dice que se detenga, no le hace caso y lo conmina con su arma de fuego, como está establecido en el protocolo de Carabineros”, relató Rojas.
Finalmente, Blanco quedó detenido y su situación fue denunciada a Extranjería.
No obstante, tras la verificación de los antecedentes, el Ministerio Público resolvió dejarlo en libertad, quedando apercibido por la investigación en curso.
A la salida de la comisaría el imputado señaló que su intención jamás fue huir del lugar y sostuvo que “el auto yo no lo prendí en ningún momento”.
“Él dice que yo eché andar el auto. Lo único que hice fue poner la llave y quedarme quieto, de los nervios”, detalló.
Así, agregó que “metí las llaves y bajé el freno de mano y ya, pero en ningún momento eché a andar el auto como dicen”.
El vehículo, en tanto, cuya propiedad estaba a nombre de una tercera persona, inscrito en la plataforma Uber, fue trasladado hasta los corrales.
Desde la empresa, lamentaron el hecho y anunciaron la desactivación de la cuenta registrada en la plataforma, además de investigar un presunto fraude, por haber incumplido los términos y condiciones con los que opera la aplicación.
Paula Flores, jefa de fiscalización del Ministerio de Transportes, condenó lo ocurrido y señaló que este año más de 3 mil vehículos han retirados temporalmente de circulación por ejercer servicios de forma irregular, mientras que en 2017 fueron 3.800.
“De estos tres mil, la mayoría son vehículos que pertenecen a plataformas como Uber, Cabify, y otras, que también operan en nuestro país”, indicó.
Flores, además señaló que las multas pueden llegar hasta las 20 Unidades Tributarias Mensuales, unos 960 mil pesos, además de los gastos por traslado y tiempo de estancia en corrales municipales.
