Dos diputados de la UDI presentaron un proyecto de ley para que salas de cine permitan a los clientes el ingreso con los confites adquiridos fuera de sus locales.

La iniciativa legal recalca que “la principal actividad de los cines es la exhibición de películas”, asegurando que el alto precio que las confiterías de las salas cobran por sus productos es una “discriminación a las familias de menos recursos”.

Los diputados Cristhian Moreira y Sandra Amar indican que el objetivo es “promover la cultura y terminar con una discriminación arbitraria” que se genera en la mayoría de las Salas de Cine del país.

Moreira sostuvo que “el sobreprecio que los cines cobran por una bebida o por un paquete de cabritas, coarta la posibilidad de muchas familias de menos recursos de consumir alimentos durante el tiempo que dura la función. Eso es una actitud discriminatoria, sobre todo para esas personas que con esfuerzo llevan a sus hijos a las salas de cine para pasar un tiempo en familia”.

“Hay casos realmente abusivos, donde el precio que las confiterías de los cines cobran por una sola bebida supera los 4 mil pesos, discriminando así a muchas familias”, dijo.

Por su parte, Amar enfatizó que “no podemos olvidar que el principal negocio de los cines son las películas. Esta prohibición de los cines de ingresar con alimentos ajenos a sus confiterías, constituye una falta a la libertad de elegir de todo consumidor”.

El proyecto de ley tiene por objeto poner fin a esta prohibición adoptada por las cadenas de cine del país respecto del ingreso con alimentos adquiridos en establecimientos comerciales ajenos a sus propias confiterías, permitiendo que los espectadores puedan entrar con alimentos que sean idénticos o de similares características a los vendidos por la confitería del cine.