Fuera de la Fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, unas de las primeras víctimas que denunció a Fernando Karadima junto a James Hamilton y Juan Carlos Cruz, se refirió a la expulsión clerical del ahora exsacerdote.

“Bastante sorpresivo para nosotros y para mí en particular, no es algo que me esperaba”, comenzó indicando.

“Son bastantes años, hace 20 años fue la primera vez que hablé con alguien en la Iglesia para decir lo que sucedía con Karadima y después de 20 años hay esta dimisión, de alguien que era tremendamente poderoso, que lo era porque había toda una red que le permitía serlo, que lo protegía y lo encubría”, acusó.

“Esas personas, que lo protegían y lo encubrían, siguen en el poder, en este caso el señor Ezzati, sigue siendo el jefe de la Iglesia chilena y pasa de manera impune. Y eso nos parce inaceptable”, añadió.

Luego, Murillo, hizo un reconocimiento al Papa y dijo “agradecer el gesto de haberlo sacado, si bien hoy es un anciano”.

Por último, el denunciante hizo otro reconocimiento “a las ciento o miles de victimas de abuso sexual clerical, que no tienen la plataforma que tenemos nosotros, que no tienen las posibilidades, pero que cargan con un dolor tremendo del abuso, con el silenciamiento, con la cosificación de su existencia, por el abuso y el encubrimiento de la jerarquía, en este caso la Conferencia Episcopal de Chile“.