Un estudio llevado a cabo por académicos de la facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián reveló que casi la mitad de los adultos mayores que residen en hogares de acogida en Santiago ya no presentan huellas dactilares.

Es decir, no tienen las crestas y surcos de la superficie cutánea en sus dedos, palmas de manos y/o plantas de los pies.

Lo anterior resulta en un grave problema en la gestión de trámites para este sector de la población; como por ejemplo los documentos que se solicitan en el servicio público, la atención primaria de salud, compra de bonos, entre muchos otros.

La cifra exacta, de quienes ya no presentan huella dactilar, es un 48% según la investigación, lo cual llevó a concluir a los expertos que el país debe avanzar hacia un nuevo sistema de identificación personal.

Pruebas “a mano”

El equipo responsable analizó “la presencia o ausencia del dactilograma en 487 personas residentes en los hogares de la Fundación Las Rosas en Santiago. Las edades de los entrevistados oscilaron entre 55 y 100 años. De esta muestra, 120 fueron hombres y 367, mujeres”, señala el estudio.

Específicamente, con una lupa, el trabajo demostró que a los 82 años el 25% de las personas no presentan dactilograma perceptible.

En tanto, a medida que aumenta la edad, el problema se acentúa: a los 95 años el 75% había perdido completamente su huella dactilar.

Por otra parte, “la edad mínima en la que se desvanece la huella dactilar es a los 63 años en el caso de las mujeres, y a los 66, en los hombres”, precisan los resultados.

En ese sentido, las mujeres “son más propensas a la pérdida del dactilograma (51% muestra) que los hombres (37%)”.

Alternativa

Debido a lo anterior, el equipo de investigación propone que en el futuro, para este importante sector de la población que sigue en aumento según muestran las cifras del último Censo, se implementé un método de identificación basado en la genética (ADN).