Después de la fallida adopción de una niña chilena de 9 años por parte de una pareja italiana, hoy la pequeña se encuentra nuevamente susceptible de un vínculo filiativo mientras está internada en una residencia para menores de edad en Roma.

Los cuestionamientos por la legalidad del procedimiento han sido constantes desde que se conoció el caso la semana pasada, apuntando culpas al Servicio Nacional de Menores (Sename).

Al respecto, desde el organismo informaron que se le quitó la acreditación a la fundación italiana Patrizia Nidoli: la misma a cargo del contacto entre la pareja y la niña durante el proceso de adopción.

Según indicó la directora del organismo, Susana Tonda, existieron diligencias que no fueron informadas debidamente, aunque aseguró que este caso representa un porcentaje muy bajo respecto de la realidad de las adopciones de niños chilenos por parejas extranjeras.

Por otra parte, este lunes se reunió una comisión de expertos para definir los pasos a seguir en este caso y delinear una estrategia respecto de la situación de la infante en el corto plazo.

El canciller subrogante, Alfonso Silva, reiteró que lo más importante es el bien superior de la niña, que hoy posee doble nacionalidad.

Según indicó, se encontraría en buenas condiciones de salud y anímicas, siendo constantemente asistida por profesionales.

Desde la comisión de Familia de la Cámara de Diputados, su presidenta, la humanista Pamela Jiles, señaló que si bien existió ánimo de aportar de los participantes de la reunión, aún no existe claridad sobre los pasos a seguir, por lo que insistió en la necesidad de la repatriación inmediata de la niña.