En un complejo estado de salud se encuentran los dos chilenos que llevan casi 8 meses detenidos en Malasia y que podrían ser condenados a la horca, tras ser acusados de participar en el presunto homicidio de un ciudadano de ese país.

Ambos connacionales aún no han sido vacunados ante el riesgo inminente de contraer enfermedades al interior del penal Sungai Buloh, debido a las pésimas condiciones de reclusión de los internos; pese a que la Cancillería ofició a las autoridades de esa nación solicitando el procedimiento. Ante este escenario, el senador Francisco Chahuán confirmó a BioBioChile que visitará Malasia en el mes de agosto, con el propósito de acompañar a la familia durante el juicio.

El hecho se remonta al 4 de agosto de 2017, cuando el ingeniero Felipe Osiadacz (27) y el chef Fernando Candia (30) se vieron involucrados en la muerte de un hombre en una hostal de Kuala Lumpur, mientras disfrutaban de sus vacaciones después de trabajar un año en Nueva Zelanda.

El incidente ha sido calificado por los cercanos a los acusados como “confuso”, puesto que los chilenos habrían actuado en defensa propia, al reducir a un individuo que los siguió hasta llegar al ingreso del local residencial.

“Cuando entran al lobby se puso más agresivo (…) entran en una discusión y el tipo rompe un espejo de la recepción del lugar y lo ataca con un pedazo de vidrio”, relató Rubén Parra, amigo de los chilenos arrestados, en conversación con Canal 13 a inicios de mayo.

“Ante ello, obviamente que ellos se defienden. Lo reducen, lo tiran al piso y uno de ellos se pone sobre su espalda tomándole las manos en la espalda de manera que el tipo se calme. (…) Una vez que llega la policía ellos recién ahí se dan cuenta que la persona había fallecido”, añadió Parra.

Visita

Tras el fatal episodio, ambos chilenos fueron detenidos y llevados hasta la cárcel de Sungai Buloh, donde se han mantenido privados de libertad por ya casi 8 meses.

Las condiciones carcelarias de ese país, sumado a la pérdida de peso de los jóvenes y que éstos no hayan sido vacunados contra la malaria, fiebre amarilla y hepatitis, mantienen en alerta a la familia y autoridades chilenas, pese a que no hay reportes de que hayan contraído alguna enfermedad.

En efecto, ya a mediados de este mes, la Cancillería de nuestro país ofició a las autoridades de Malasia, solicitando la inoculación de los acusados, situación que hasta el día de hoy no tiene una solución satisfactoria, según señaló el senador y presidente de la Comisión Chile-Malasia, Francisco Chahuán.

Cárcel de Malasia | Imagen Referencial | Agence France-Presse
Cárcel de Malasia | Imagen Referencial | Agence France-Presse

En esa línea, el parlamentario manifestó su preocupación por el deteriorado estado de salud de los connacionales, además de adelantar que visitará la nación asiática durante agosto, mes en el que se realizará el juicio que -en primera instancia- estaba agendado para hoy martes.

Según se indicó, el retraso en la revisión de 22 causas pendientes de parte de la Fiscalía malaya ocasionaron el aplazamiento del procedimiento de los chilenos, lo que los obligará a estar otros tres meses privados de libertad y que podría gatillar aún más problemas médicos.

“La familia está viviendo un calvario emocional por estos dos jóvenes que son inocentes. Por los antecedentes que disponemos, los jóvenes son inocentes, actuaron absolutamente en legítima defensa”, dijo Chahuán.

“Han perdido peso, hay una situación emocional muy compleja (…) y hay una preocupación de las condiciones de reclusión de los jóvenes“, añadió el senador.

Por otra parte, el congresista sostuvo que solicitó que se acelerara el proceso de vacunación e informó que se logró que la Cancillería realizará visitas a lo menos dos veces por semana a los connacionales.

De este modo, Chahuán espera llegar a Malasia a mediados de agosto con el objetivo de acompañar a la familia durante el juicio, siendo asesorado por el abogado penalista Juan Carlos Manríquez.

En general, ha primado el silencio en torno a este caso por recomendación de la defensa para no afectar el proceso legal, ya que si Osiadacz y Candia son declarados culpables arriesgan pena de muerte en la horca.