Poco a poco el halo de misterio en torno a la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, conocida como Colonia Dignidad, se ha ido descorriendo revelando los horrores cometidos en el asentamiento fundado en 1961 por el excabo nazi Paul Schäfer, quien adoctrinó, esclavizó y abusó sexualmente de menores.

Pero además de los casos de abusos y violación de niños, Schäfer logró notoriedad durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet por sus vínculos con el régimen, cuya cercanía derivó en que el enclave terminara siendo utilizado para la detención y tortura de presos políticos, muchos de los cuales fueron hechos desaparecer sin que hasta la fecha la justicia haya podido determinar qué sucedió finalmente con ellos.

Por lo mismo, ante el lento avance del caso a lo largo de estos años, las agrupaciones de detenidos desaparecidos de Linares, Parral y Talca pidieron un encuentro con el antropólogo Juan Cáceres, quien trabaja desde noviembre en el predio de la actual Villa Baviera, indagando evidencias encontradas en una investigación que encabeza el ministro Mario Carroza, desde 2013 por torturas al interior del enclave germano.

Se trata de las fosas clandestinas donde habrían sido arrojados los cuerpos de las víctimas de la represión durante la dictadura.

No obstante, la pista concreta apunta a una exhumación de esos cadáveres en el marco de la operación Retiro de Televisores montada en 1978 por el régimen, para hacer desaparecer cuerpos de ejecutados políticos. Esto último, tras el hallazgo de restos de detenidos desaparecidos en los Hornos de Lonquén, en Isla de Maipo.

Recordemos que ese caso vino a confirmar lo que hasta ese entonces eran sólo trascendidos, respecto a la violación sistemática de derechos humanos por parte de la dictadura de Augusto Pinochet.

Pero mientras el régimen intentaba explicar el macabro hallazgo, en el enclave alemán los colonos debieron desenterrar con maquinaria pesada una cantidad aún indeterminada de cuerpos desde las fosas clandestinas. Aunque se desconoce la cantidad exacta, se especula que correspondería a un centenar de víctimas.

Según testimonios de excolonos, una vez desenterrados, los restos fueron trasladados a otro punto del predio para ser quemados en “parrillas” con kerosene y napalm, para luego ser arrojados al río Perquelauquén.

Pero los datos no son nuevos, puesto que durante la investigación que llevó adelante el ministro Jorge Zepeda, entre 2005 y 2009, se realizaron sondeos encontrándose motores de vehículos que pertenecían a detenidos y otros indicios que apuntaban a fosas clandestinas.

No obstante, Zepeda detuvo los peritajes dejando en la incertidumbre a las familias de los detenidos desaparecidos, quienes recurrieron al juez Carroza.

Este último consiguió apoyo financiero desde el Ministerio del Interior para gestionar la ayuda de profesionales como Kenneth Jensen y Juan Cáceres, los que encontraron las fosas descritas en los testimonios, a pesar de las modificaciones ordenadas por Paul Schäfer en un intento por ocultar las pruebas.

De hecho, el trabajo quedó tan bien ejecutado, que pese a los intentos posteriores del excabo nazi por encontrarla, aún quedaría una fosa clandestina sin intervenir y donde podrían haber restos humanos.

Y es que hasta la fecha -según fuentes judiciales- no ha sido posible encontrar osamentas humanas. Todo lo que se ha encontrado ha sido evidencia de restos de carbón, confirmando de paso el testimonio del excolono Willy Malessa, conductor de la retroexcavadora con el que removieron los restos, quien se entrevistó con Carroza en agosto del año pasado.

“No recuerdo con exactitud cuántos cuerpos saqué de esa excavación, pero fueron varios. Esta excavación la tuve que repetir en dos sectores más, en donde al cavar salieron más cuerpos y restos de ellos, todos los cuales fueron puestos en un camión”, señaló Malessa según publica El Dínamo.

“Luego de sacar los cuerpos, se me ordenó preparar un terreno plano, donde dispusieron una especie de parrilla, lugar donde los sacos fueron descargados. Desde ese momento yo me quedé en la máquina y observé que Van den Berg y Johan Spatz intentaron quemar los sacos y su contenido con madera y combustible espeso hecho de bencina, para prenderles fuego”, asegura el relato.

Agrupaciones de Derechos Humanos destacan trabajo de Carroza y emplazan al ministro Larraín a colaborar

Luego de conocerse la información de las fosas, familiares de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos y ex presos políticos, emitieron una declaración pública en donde destacan que fueron ellos como organización quienes debieron organizar la reunión con Cáceres para tener más detalles de la investigación.

En ese sentido, cuestionaron a las autoridades del gobierno anterior de Michelle Bachelet y del actual presidente Sebastián Piñera, como Lorena Fríes y a la actual subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren.

“Pese a nuestros insistentes solicitudes, no fuimos recibidos por la ahora exsubsecretaria Lorena Fríes, ni por ningún otro funcionario en su representación, para informarnos lo que estaba sucediendo y calmar la legítima ansiedad de los familiares. Lo mismo ha sucedido con las actuales autoridades, la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, fue invitada a este encuentro, pero se excusó de asistir y tampoco designó a nadie en su representación”, señalaron.

Pero por otro lado, valoraron el trabajo que ha realizado el ministro en visita Mario Carroza y el equipo científico.

“El hallazgo del lugar donde ellos fueron vilmente quemados y reducidos a cenizas por los alemanes de la Colonia Dignidad, si bien nos causa dolor y revive nuestro sufrimiento, nos trae una nueva luz de esperanza para conocer la verdad de lo que sucedió con nuestros familiares y que buscamos hace décadas”, sentencian.

Asimismo, agradecieron la colaboración de los excolonos alemanes, haciendo un llamado a continuar aportando en la investigación.

Por último, emplazaron al ministro de Justicia, Hernán Larraín, para facilitar los recursos para financiar la búsqueda de las fosas restantes y realizar las pericias científicas de los restos que han sido recolectados por los arqueólogos.

Recordemos que además, Larraín ha sido duramente cuestionado por su defensa a Colonia Dignidad mientras era senador de la región del Maule por la UDI.