El exfiscal del Caso Penta, Carlos Gajardo, reiteró sus críticas sobre el prosecutor, Manuel Guerra, sobre el rumbo que ha tomado dicho caso y aseguró que el Ministerio Público se está convirtiendo en una “liquidadora”.

Atacó específicamente las salidas alternativas -que calificó de “muy baratas y de muy poco rigor”- a los controladores del grupo, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, ya que anteriormente Guerra les habría asegurado que perseguiría el cohecho como un “intransable”.

Señaló además que el procedimiento abreviado en este caso significa “un giro en 180º” que le causa “extrañeza”.

Además, apuntó al fiscal nacional, Jorge Abbott, calificando de un “error” sus dichos durante la última cuenta pública sobre el trato a dar a los casos de mayor notoriedad pública, y que no se está preocupando de los casos de corrupción con suficiente ímpetu y rigor.

“La forma en que se está hoy día persiguiendo la corrupción por el Ministerio Público me parece que está dando una señal muy equivocada para el país”, sostuvo.