El general director de Carabineros, Hermes Soto, se refirió este viernes a los objetivos que tiene la organización en el próximo futuro, proyectos de modernización e incluso el estado de crisis por investigación de presunta corrupción; todo en el marco del 91º aniversario de la institución.

Soto comenzó agradeciendo la confianza que fue depositada en él por parte del presidente Sebastián Piñera, asegurando que es una difícil tarea la que tiene en esta posición, pero que sacarán adelante a la institución en crisis.

“Parece innecesario resaltar los sentimientos personales en esta ocasión y el orgullo que sentí por el hecho de que me hayan confiado la compleja tarea de sacar adelante una institución en crisis”, señaló.

En ese sentido, aprovechó la ocasión para informar sobre las primeras tareas que han llevado a cabo como organización, en función de mejorar la seguridad ciudadana y recuperar el desprestigio que han sufrido por los casos de montaje (Operación Huracán) y corrupción (Pacogate).

“Debemos aprender de la historia para no volver a cometer los errores del pasado”, aseguró.

Específicamente, Soto anunció que ya han dispuestos de 3.000 uniformados adicionales en las calles en el último mes, con el fin de potenciar “el corazón” de Carabineros; trabajando en la prevención con más patrullajes y mayor presencia.

En tanto, también comunicó que planteó al Gobierno pasar la Contraloría General de Carabineros a control del General Director e incorporar a esta el Departamento de Asuntos Internos; de tal forma que sea la alta repartición quien pueda ejercer fiscalización y en la prevención de actos de corrupción.

También anunció que la Subdirección General desaparecería y ahora existirían dos nuevas: la de Operaciones (trabajo policial directo) y una de Administración (recursos humanos, logística).

Respecto de los procesos de descentralización, Soto anunció que se crearán 3 direcciones de operaciones: uno de Zona Norte, otra de Zona Centro y otra de Zona Sur.

En ese sentido, planteó también que los servicios especializados de la institución pasen a depender de mandos territoriales (regionales), dejando así de estar ligados directamente con el central en Santiago.

Finalmente, en cuanto a los actos de corrupción financiera, el General Director comunicó que ya realizaron una licitación pública para que una empresa externa audite las finanzas de Carabineros: todo con el objetivo de tener la opinión de profesionales en cuanto al manejo de dineros.

También hubo reuniones con el Consejo de Transparencia, con el objetivo de mejorar las materias de probidad; tras lo cual se acordaron talleres y asesorías para enseñar a los altos mandos y a quienes están estudiando sobre cambios culturales necesarios.

Finalmente, dijo que la Contraloría General de la República también los asesorará para mejorar el control interno al interior de la institución.