El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, defendió la legitimidad de los despidos del sector público descartando que sean parte del plan de austeridad anunciado por el Gobierno. Desde la ANEF denuncian que las desvinculaciones tienen como objetivo, hacer lugar para los operadores políticos del gobierno.

Durante la campaña fue un tema recurrente. “Vamos a terminar con la grasa del Estado” repitió en varias oportunidades Sebastián Piñera cuando era candidato. Y lo cierto, es que en las primeras semanas de gobierno, se han producido una serie de desvinculaciones en el sector público que han levantado críticas.

Tras las constantes denuncias de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) sobre estos despidos en las reparticiones gubernamentales, esta vez fue el ministro de Hacienda quien salió a responder a los cuestionamientos.

El jefe de las finanzas públicas defendió la legitimidad de las desvinculaciones que ha hecho la actual administración, señalando que es un proceso natural de todos los gobiernos y aseguró que los despidos no están enmarcados dentro del plan de austeridad.

Desde la ANEF, su presidente Carlos Inzunza, aseguró que los despidos ya superan los 500 y contradijo al ministro señalando que en su mayoría las desvinculaciones se han ejercido sobre trabajadores técnicos y sin militancia.

La denuncia del líder de los funcionarios públicos apunta a que el Gobierno estaría haciendo lugar para sus propios operadores políticos. Acusación que para el presidente del Senado, el socialista Carlos Montes, es un tema serio en el que se debe hacer respetar el marco institucional.

Según el catastro que lleva la ANEF, esta misma jornada se produjeron más de 20 despidos en el Ministerio de Medio Ambiente y se completó la desvinculación de cerca del 15% de la dotación del Ministerio de Bienes Nacionales. Según el organismo sindical, todos ellos eran trabajadores permanentes del Estado que no ocupaban cargos de confianza.